Cada 19 de octubre el mundo se tiñe de color rosa. Millones de lazos se exhiben por todos los rincones del planeta: enganchados en nuestra ropa, compartidos por fotos en RRSS, engalanando los edificios públicos... El Día Mundial Contra el Cáncer de Mama es una fecha crucial, que se incluye en el mes que la Organización Mundial de la Salud (OMS) dedica íntegramente a la lucha contra este tumor.
Y es que, el cáncer de mama es una enfermedad que afecta cada año a más de 25.000 mujeres en España y a casi millón y medio en el mundo. Sin embargo, el índice de supervivencia ha mejorado en los últimos años incrementándose cada año un 1,4%, según la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC).
A la espera de que sea erradicado definitivamente, la prevención y los nuevos tratamientos tienen mucho que ver en esa mejoría en el día a día. Ante este panorama, se hace necesario desarrollar herramientas que permitan a las pacientes sobrellevar la lucha contra el cáncer con la mayor fortaleza posible.
El cáncer de mama es una enfermedad que afecta cada año a más de 25.000 mujeres en España y a casi millón y medio en el mundo
En este sentido, Oncobel ayuda a hacer frente a una situación que cambia la vida a todas las mujeres que desafortunadamente tienen que enfrentarse a ella gracias al Sistema Paxman (UK), un sistema para la prevención de caída del cabello inducida por tratamientos quimioterápicos en el caso de tumores sólidos.
De esta manera, evita esta situación traumática mediante un sistema de enfriamiento del cuero cabelludo que se aplica durante las sesiones de quimio y no interfiere con los fármacos que eliminan el cáncer. Y es que, la caída del cabello es uno de los efectos secundarios de la quimioterapia más traumáticos para las pacientes con cáncer de mama. Genera un impacto psicológico tal que provoca que entre el 8% y el 10% de las pacientes, se plantee no recibir quimioterapia por el miedo a perder el pelo
Pero, ¿cómo funciona Oncobel? Este procedimiento de enfriamiento continuo del cuero cabelludo se aplica mediante un gorro de silicona con un circuito integrado por el que circula un líquido refrigerante que se conecta a una máquina que mantiene la temperatura óptima y continua.
Así, el cuero cabelludo alcanza la temperatura entre 19º a 21º C a nivel de la piel, provocando una reducción del riego sanguíneo por vasoconstricción y reducción del metabolismo celular, que hace que los quimioterápicos no lleguen o lleguen en un bajo porcentaje a las células del folículo piloso. Así, se previene la caída del cabello y también, en la mayoría de los casos, de las cejas y las pestañas.
Varios estudios científicos y ensayos clínicos a nivel mundial han demostrado que el procedimiento es muy eficaz y seguro, no interfiriendo con la acción de los quimioterápicos en absoluto, llegando a conseguir que la efectividad de este sistema puede variar desde un 34% (en los casos tratados con fármacos más agresivos como Antraciclinas) al 87% (en los menos agresivos), y en algunos casos hasta el 93% de los pacientes tratados.
