En un mundo donde las rutinas de belleza se presentan a menudo como fórmulas únicas y universales, la facialista y cosmetóloga Esther Moreno, fundadora de EM Studio, propone un enfoque innovador: escuchar las necesidades individuales de la piel y adaptar los cuidados en consecuencia. Moreno, quien no sigue la misma rutina facial cada día, enfatiza la importancia de la personalización y la ciclicidad en el cuidado de la piel. “Yo no me aplico retinoides todas las noches”, explica. En su lugar, la experta realiza rutinas cíclicas, enfocándose en hidratación, transformación o exfoliación, dependiendo de cómo se sienta su piel o de los beneficios que se busquen.
La rutina de renovación propuesta por Esther Moreno se centra en cinco pasos clave, diseñados para limpiar, exfoliar, tonificar, transformar e hidratar la piel de manera efectiva:
Paso 1: limpieza profunda con bálsamo. El primer paso de su rutina nocturna comienza siempre con un bálsamo limpiador a base de aceite. Para Esther, este paso es crucial, ya que no solo elimina impurezas, maquillaje, protectores solares y productos de larga duración, sino que también cuida la microbiota de la piel. La aplicación se convierte en un ritual: se remueve ligeramente el bálsamo con una espátula limpia, se calienta entre las manos y se trabaja sobre rostro y cuello con un suave masaje. Este proceso disuelve y absorbe sustancias como maquillaje, polución, células muertas, exceso de sebo y partículas contaminantes, cumpliendo una triple función: limpiar, purificar y equilibrar. La retirada del bálsamo se realiza con una muselina húmeda, seguida de una limpieza con base acuosa para eliminar cualquier residuo.
“Yo no me aplico retinoides todas las noches”
Paso 2: limpieza de base acuosa. Tras la limpieza con bálsamo, Esther completa la doble limpieza con un limpiador de base acuosa. Una advertencia importante: evitar limpiadores con alfahidroxiácidos si se van a utilizar retinoides posteriormente. Este paso asegura una piel libre de residuos, suave, equilibrada y con el pH adecuado, previniendo irritaciones. Esther enfatiza que la espuma no es sinónimo de eficacia y anima a buscar texturas e ingredientes que se adapten a las necesidades individuales sin dañar la barrera cutánea.
Paso 3: exfoliación suave. Antes de exfoliar, es crucial asegurarse de no haber utilizado limpiadores con alfahidroxiácidos para evitar la sobreexfoliación. Esther recomienda exfoliar la piel dos veces por semana, adaptando la intensidad a las necesidades de cada momento. Para las noches en las que se aplican retinoides, prefiere exfoliantes suaves, preferiblemente enzimáticos, que respeten la piel y actúen de manera inteligente. La clave está en saber cuándo y cómo exfoliar, especialmente en pieles sensibles, donde se deben elegir fórmulas suaves.
Paso 4: tonificar e hidratar. La tonificación, a menudo subestimada, es un paso crucial para Esther. Los tónicos que utiliza actúan como pre-sérums, preparando la piel para la aplicación de cosméticos transformadores como los retinoides o los ácidos. Este paso no solo refresca, sino que también aporta hidratación y luminosidad adicionales.
Antes de exfoliar, es crucial asegurarse de no haber utilizado limpiadores con alfahidroxiácidos para evitar la sobreexfoliación
Paso 5: el poder transformador de los retinoides. Los retinoides son el ingrediente estrella de esta rutina. Esther recalca la importancia de no obsesionarse con los porcentajes de concentración, sino de valorar el tipo de molécula y la formulación del cosmético. No todos los retinoides son iguales, y es esencial saber qué necesita la piel en cada momento. La elección del retinoide y su porcentaje dependerá del estado de la piel y del beneficio que se busque, desde reafirmar la piel hasta combatir arrugas, suavizar la textura o conseguir un efecto antibacteriano. Si nunca se han utilizado retinoides, se debe comenzar con la molécula adecuada en concentraciones bajas y bajo la supervisión de un profesional. Para potenciar su efecto, Esther suele aplicar un booster que estimule los fibroblastos, maximizando la producción de colágeno.
EL EQUILIBRIO PERFECTO: MICROBIOTA, PH Y BARRERA
El enfoque holístico de Esther Moreno se centra en el equilibrio general de la piel: pH, microbiota y barrera hidrolipídica. Cuando uno de estos factores falla, los otros dos también lo hacen, resultando en una piel desequilibrada. Por ello, en las noches en las que utiliza retinoides, ácidos o exfoliaciones, incorpora un sérum que restaure y mantenga este equilibrio, con ingredientes como prebióticos, probióticos, ceramidas, niacinamida, ácido hialurónico, pantenol y vitamina E.
Para finalizar, Esther no olvida el contorno de ojos, utilizando dos contornos específicos, con la precaución de no aplicar retinoides ni ácidos sobre las cejas con microblading o micropigmentación. También dedica un cuidado especial a labios y cuello, extendiendo los productos hasta el escote. Con este enfoque personalizado y cíclico, Esther Moreno invita a redescubrir el cuidado de la piel, priorizando la escucha activa de sus necesidades para lograr una piel sana, equilibrada y radiante.