Esta misma mañana ha tenido lugar la presentación del estudio ‘La realidad de la cirugía plástica en España’, elaborado por la Sociedad Española de Cirugía Plástica y Reparadora y Estética (SECPRE). La cita ha tenido lugar en el Bless Hotel de Madrid, en plena calle Velázquez, donde han estado convocados cirujanos plásticos y expertos de la cirugía estética de toda España para conocer la radiografía actual del campo de la Cirugía Estética y los efectos de la pandemia de la Covid-19 en el sector.
El encuentro ha contado con las ponencias de la Dra. Isabel de Benito Molina, Presidente de SECPRE; el Dr. José Luis Vila Morientes, Presidente de la Fundación y docente de SECPRE; y el Dr. José María Picó Álvarez, Vocal de Formación Continuada de SECPRE, quienes han presentado las cifras actuales del volumen total de intervenciones de cirugía plástica estética realizadas durante 2021, con los datos desglosados por tipo de procedimiento, sexo y edad de los pacientes. Asimismo, han analizado el estado actual de la especialidad y las perspectivas de futuro de la cirugía plástica estética en opinión de los responsables de los centros hospitalarios y de los propios cirujanos plásticos, y también la percepción sobre el intrusismo profesional en el campo de la cirugía estética.
LA CIRUGÍA ESTÉTICA, EN CIFRAS
Picó Álvarez ha sido el encargado de presentar los datos del informe encuadrado dentro del capítulo de Cirugía Estética, un estudio que tiene dos precedentes: en 2010 y en 2014. Esta tercera edición ya se planificó para 2020, pero tuvo que retrasarse hasta el presente año debido a la crisis de la Covid-19. Así pues, ahora se obtienen por fin los datos actualizados y el impacto de la pandemia, recogidos por un sondeo realizado entre los meses de marzo y agosto de 2022 a hospitales y cirujanos plásticos de toda España, a los que se pidió que recopilaran la actividad que habían desarrollado durante el año anterior. En España, el número total de intervenciones de cirugía estética en 2021 ascendió a 204.510, con un incremento del 215% con respecto al estudio realizado por IMOP Insights en 2014, que estimaba datos sobre la actividad de 2013.
Según se desprende de los resultados, la cirugía de mama (52,6%) y el aumento de mamas con implante (27,6%) son las intervenciones estéticas más realizadas, seguidas de la cirugía de cabeza (23,7%). Dentro de esta última categoría, se encuentran una de cada cuatro de las intervenciones estéticas ejecutadas, con la blefaroplastia (10,7%) y la rinoplastia (7%) a la cabeza. Les sigue la liposucción (10,5%), aunque prácticamente se sitúa al mismo nivel que la cirugía corporal. Dentro de las liposucciones, aquellas que se realizan por aspiración convencional tienen mucha más presencia (8,9%) que las asistidas por láser, ultrasonido o radiofrecuencia (1,5%).
Las mujeres suponen el 85% de las intervenciones estéticas quirúrgicas, frente al 15% de los hombres
Las operaciones de cirugía corporal representan el 10,4% del total de los procedimientos estéticos quirúrgicos. Las más demandadas en este tipo de cirugía son las abdominoplastias (6,3%) para reducir la grasa abdominal y reconstruir esta parte del cuerpo, y también la cirugía íntima o genital (1,9%, mayoritariamente en mujeres, pero no exclusivamente), que poco a poco se va alejando de los tabús y se va abriendo camino. En último lugar se sitúan los rellenos con grasa autóloga (2,9%), ya sea en la zona facial (1,6%) o en los glúteos (1,3%). Estos rellenos también se realizan en el aumento mamario (0,6%) como alternativa a las prótesis, aunque este tipo de intervención ha sido clasificado dentro del apartado de cirugía mamaria y su presencia es mínima.
Respecto a la demanda por sexos, las mujeres se convalidan nuevamente como el público que se somete a más cirugías, acumulando el 85% del ratio. En cambio, los hombres representan el 15% de las intervenciones realizadas. En cuanto a la distribución de estas intervenciones, la cirugía de aumento de mamas con implante es la intervención preferente entre las mujeres (32,3%), seguida de la liposucción (10%) y de la cirugía de elevación de la mama (9,3%) en tercer lugar. En cuarta posición se sitúa la blefaroplastia (9,1%) y en quinto lugar se posiciona la cirugía de aumento más elevación de mama (8,3%). Los hombres prefieren lablefaroplastia (19,9%) seguida de la ginecomastia o reducción de mamas (19,6%), aunque la diferencia entre ambas es mínima y, en tercer lugar, la rinoplastia (18,1%). La liposucción (agrupando ambos tipos) ocupa el cuarto lugar (13,5%), superando a la otoplastia (11,6%) que cierra el top 5 de las intervenciones más demandadas entre los varones.
En España, el número total de intervenciones de cirugía estética en 2021 ascendió a 204.510, con un incremento del 215% con respecto al estudio de 2014
Y, por último, el estudio ha analizado las franjas de edad, encontrando que más del 90% de las intervenciones se concentran entre los 18 y los 60 años: un 35,4% de las intervenciones corresponden a personas entre 30 y 44 años, un 29,5% a personas entre 18 y 29 años, y un 26,9% a personas entre 45 y 60 años. La población comprendida entre los 30 y los 44 años es la que más recurre a la Cirugía Estética, donde predominan las intervenciones de cirugía de mama, siendo el aumento de mamas con implante (27,3%) el tipo de intervención que ocupa el primer lugar. De los 18 a los 29 años, la cirugía de mama femenina representa un 62,1% del total de intervenciones. Es en la franja de los 45 - 60 años cuando se produce un aumento de la demanda de blefaroplastias (22,5%), dejando la cirugía de aumento de mamas con implantes en segundo lugar (14,6%).
Esta tendencia continúa entre los mayores de 60 años, donde las intervenciones de cirugía de cabeza representan el 56% del total, posicionándose la blefaroplastia en primer lugar (46,8%) seguida del lifting facial (8,2%). En los menores de 18 años, que tan sólo representan el 1,7% del total de los procedimientos estéticos, se realizan otoplastia o cirugía de las orejas (51,3%) y la cirugía de reducción de mamas (16,2% en el caso de las mujeres y 13,7% en el caso de los hombres). Se trata de intervenciones que se realizan más con una finalidad clínico-funcional que estética.
REIVINDICACIONES DEL SECTOR
Atendiendo a los datos que arroja el informe de la SECPRE, los ponentes se muestran optimistas y ven en la tecnología un aliado para seguir haciendo crecer el sector, ya que se obtienen mejores resultados y se reducen los tiempos de recuperación: “La seguridad del paciente es lo más importante y cuanto menos invasivos seamos, más capacidad tendremos de garantizarlo”, ha explicado el Dr. Vila. Sin embargo, existen algunos retos para poder lograrlo.
La mayor reivindicación del sector es la lucha contra el intrusismo profesional. “Vista desde fuera, la cirugía estética parece fácil y con la que se gana mucho dinero, pero no lo es. Desde la SECPRE, llevamos años reuniéndonos con autoridades gubernamentales para que se produzcan cambios, porque a día de hoy, cualquier médico licenciado en medicina y cirugía tiene derecho a realizar cualquier acto médico, incluso fuera de su ámbito de formación”, ha señalado el experto.
Esta situación se rige por una normativa de 1958 y que conviene actualizar, tal y como persigue la SECPRE. Desde esta institución, llevan años reuniéndose con todo el arco parlamentario con el fin de actualizar la normativa para mejorar la seguridad del paciente. Fue en 2022 cuando se presentó una Proposición no de ley en el Parlamento para luchar contra el intrusismo y las pseudociencias, que generan falsas promesas y publicidad engañosa entre los pacientes. “Lo que queremos es la seguridad del paciente. Somos una sociedad de personas para cuidar de personas”, ha expresado el Dr. Vila, arropado por la Presidente de la institución: “La cirugía estética es segura siempre que sea realizada por especialistas con la debida formación”.
“La cirugía estética es segura siempre que sea realizada por especialistas con la debida formación”
“El problema está en que hay médicos que están realizando procedimientos de índole estético sin tener la más mínima formación en cirugía estética y reparadora, porque el concepto de estética vende tanto que es muy atractivo y muchos lo hacen sin tener la especialidad, por puro interés económico. Eso es lo que tenemos que controlar, que el paciente esté amparado y que tenga la educación y formación necesaria”, ha narrado la especialista.
La doctora ha continuado diciendo que “parece que cuando hablamos de intrusismo queremos proteger nuestro territorio, y no es eso. Tenemos una actividad casi excesiva, ya lo hemos visto con los datos. Realmente lo que nos preocupa es la seguridad del paciente. De hecho, el intrusismo supone un problema importante de fondos para la Seguridad Social, porque en procedimientos mal ejecutados, el paciente acaba en la Seguridad Social con un problema por una intervención mal hecha y sus complicaciones derivadas. Su problema se transforma en un problema médico y no estético”. Aquí, los expertos han querido destacar el peligro del turismo de cirugía, que en su mayoría termina en complicaciones que termina asumiendo nuestro sistema público de salud y que pueden tener consecuencias fatales para los pacientes ante la ausencia de seguridad.