La radiofrecuencia y los ultrasonidos se han convertido en los tratamientos estrella de la medicina estética, ofreciendo resultados sorprendentes sin necesidad de pasar por el quirófano para reducir los signos del envejecimiento. En concreto estos tratamientos son ideales para personas que desean mejorar la apariencia de su piel sin recurrir a procedimientos quirúrgicos.
Sin embargo, a pesar de que ambas terapias permiten mitigar los estragos de los años son procedimientos muy diferentes. La radiofrecuencia emplea ondas electromagnéticas para generar calor en las capas profundas de la piel, estimulando así la producción de colágeno y elastina, responsables de la firmeza y elasticidad cutánea.
La radiofrecuencia emplea ondas electromagnéticas para generar calor en las capas profundas de la piel, estimulando así la producción de colágeno y elastina
Por su parte, los ultrasonidos utilizan ondas sonoras para crear microlesiones controladas que desencadenan un proceso de reparación natural, mejorando la textura y tonificando los tejidos. Ambas técnicas trabajan en sinergia para combatir los signos del envejecimiento, ofreciendo resultados visibles y duraderos.
Desde la Clínica Mira+Cueto, las doctoras Mar Mira y Sofía Ruiz del Cueto nos explican cuándo son especialmente recomendados estos tratamientos:
- Rejuvenecimiento facial. Reduce arrugas, líneas de expresión y flacidez, devolviendo a tu rostro un aspecto más joven y luminoso.
- Contorno facial definido. Remodela el óvalo facial, reduciendo la papada y definiendo los contornos.
- Mejora de la textura. Unifica el tono de la piel, reduce poros y mejora su textura.
- Efecto lifting sin cirugía. Consigue un efecto lifting natural y duradero.
- Tratamiento seguro y eficaz. Ambos tratamientos son mínimamente invasivos y ofrecen resultados visibles y duraderos.
Durante el tratamiento, puedes sentir una sensación de calor agradable. Después de la sesión, es común experimentar un enrojecimiento temporal, leve hinchazón o cambios menores en la sensibilidad del área tratada, como una sensación de acorchamiento.
Estas reacciones son normales y suelen desaparecer rápidamente, permitiendo a los pacientes disfrutar de los beneficios a largo plazo de este innovador tratamiento
Estas reacciones son normales y suelen desaparecer rápidamente, permitiendo a los pacientes disfrutar de los beneficios a largo plazo de este innovador tratamiento. Sin embargo, es importante tener en cuenta que los resultados de los tratamientos de ultrasonidos no son inmediatos.
Generalmente, se requiere un período de espera de aproximadamente cuatro meses para poder observar los resultados finales, ya que el cuerpo necesita tiempo para generar suficiente colágeno que permita una tensión visible en la piel. Además, la respuesta de cada paciente puede variar, lo que puede influir en la efectividad del tratamiento.