En el último año, los expertos en tratamientos de cirugía plástica, estética y reconstructiva han detectado un aumento en el número de pacientes interesados en tratamientos de diversa índole.
''En los últimos años, habíamos detectado un creciente interés por lo que conocemos como la zona de las pantorrillas -es decir, la zona posterior de la pierna por debajo de la rodilla- por causas diversas que van desde una verdadera hipertrofia muscular (engrosamiento congénito de los músculos) a unos músculos demasiado marcados y agresivos, pasando por una falta de definición de la pantorrilla ya que el volumen total, de músculo y grasa, es demasiado grande”, explica el docto García Paricio.
Desde que este especialista lanzó en España el tratamiento de reducción de pantorrillas hace ahora 7 años, ''el número de pacientes que acuden a nuestra consulta interesados en este tratamiento se ha incrementado cerca de un 30% y lo hacen desde toda Europa'', añade el doctor.
El exceso de desarrollo de la musculatura en las piernas, en la mayoría de las ocasiones, crea un efecto antiestético que afea la figura
''El exceso de desarrollo de la musculatura en las piernas, en la mayoría de las ocasiones, crea un efecto antiestético que afea la figura y, además, crea un desequilibrio con otras zonas como los muslos o las caderas. Podemos decir entonces que con este tipo de tratamiento damos solución a un problema no solo estético, sino de equilibrio en las proporciones de la extremidad inferior. Nuestro objetivo es aumentar la autoestima de las pacientes que buscan sentirse más cómodas a la hora de vestir y mostrar sus piernas durante todo el año'', apunta el doctor García Paricio.
La cirugía de reducción de pantorrillas es una operación que se lleva a cabo bajo anestesia general suave pero total, debido a que es preciso que la musculatura esté muy relajada para poder modelarla. ''En este punto, nos encargamos de realizar dos pequeñas incisiones y mediante endoscopia remodelamos el volumen de la musculatura de la pantorrilla hasta darle la forma adecuada'', explica el doctor, y añade: ''Como novedad, y en línea con la búsqueda continuada del perfeccionamiento de la técnica, hemos incorporado un sistema de ultrasonidos que nos ofrece precisión en la remodelación y menor inflamación posterior''.
La cirugía dura entre dos y tres horas y requiere de una noche de ingreso en el hospital. Las pacientes deben seguir unas pautas detalladas sobre los movimientos a realizar a partir del alta. De manera que a la semana las pacientes entran caminando, aún con alguna dificultad, a su primer control y a los 20-25 días de la intervención, la paciente es completamente autónoma y puede empezar a hacer deporte suave con total normalidad.