La otoplastia es un procedimiento quirúrgico que consiste en la fijación de las orejas. Esta intervención tiene como objetivo tratar la protrusión de la oreja.
Una oreja tiende, normalmente, a sobresalir unos 15 grados o 1,5 centímetros del costado de la cabeza. Existe una estructura externa que va desde el área en el que la oreja se une con la cabeza hasta el lóbulo de la oreja, esta zona recibe el nombre de borde helicoidal y debe visualizarse de frente.
La mejor edad para realizar este prodecimiento es entre los cinco y los ocho años
El pliegue antihélice es la zona contraria a esta, que puede sobresalir y resultar en el eclipse del borde helicoidal. Un efecto que ocurre de manera natural. Ante ello, un procedimiento como el la otoplastia puede cambiar la vida de las persona que se someten a esta cirugía. Lo más recomendable es tratar a los pacientes entre los cinco y los ocho años.
CAUSAS DE LA PROTRUSIÓN
Por lo general, hay tres factores que influyen en la protrusión de la oreja:
- FALTA UN BUEN PLIEGUE ANTIHÉLICE. Los cirujanos pueden observar que el pliegue antihélice a menudo se verá como una "Y" nítida en un oído normal. Por lo general, está menos formado en la oreja saliente. Luego se colocan suturas para crear esta "Y", remodelar la oreja y moverla hacia el costado de la cabeza.
- CONCHA DEL OÍDO. La concha del oído, formada en el oído por el cartílago que rodea el canal auditivo, es demasiado profunda. Una prueba es girar la cabeza de lado en la ducha, la concha es la que se llena. El procedimiento será estrechar las paredes, lo que puede reducir la protrusión de la oreja.
- DISTANCIA ENTRE LA CONCHA. Otra razón es que la distancia entre la concha y el costado de la cabeza es demasiado grande. Aunque suele ser un punto más pequeño, a veces puede ser útil desplazar la concha hacia el costado de la cabeza con algunas suturas.
En cuanto a los resultados, la línea de incisión es mínima y a penas se ve gracias a su ubicación, pues se coloca en la parte posterior de la oreja. El resultado final dura mucho tiempo. Aunque el cartílago puede tener memoria y volver a su posición inicial, se puede corregir con otra intervención quirúrgica.
Y la recuperación es muy rápida, pues la mayoría de los pacientes regresan al trabajo o la escuela aproximadamente en una semana. El paciente usará un vendaje de tipo compresivo o una diadema durante algunas semanas, sobre todo por la noche para garantizar los resultados en el posoperatorio.