El invierno trae consigo bajas temperaturas, calefacción y duchas calientes, factores que pueden afectar significativamente la salud de nuestra piel. En esta época, adoptar una rutina adecuada es crucial para prevenir problemas como sequedad, irritación y pérdida de elasticidad.
"El frío y el clima seco no solo afectan nuestro confort, sino también el estado general de la piel", destaca la doctora Leire Barrutia en su cuenta de Instagram (@dermisphere). Por ello, incorporar ciertos hábitos de cuidado durante los meses más fríos puede marcar la diferencia en nuestra salud cutánea.
"El frío y el clima seco no solo afectan nuestro confort, sino también el estado general de la piel"
Uno de los errores más comunes que cometemos en invierno es descuidar la hidratación de la piel tras la ducha. "Aunque es fundamental durante todo el año, en invierno se vuelve aún más necesario", explica la experta. Las duchas largas y calientes, si bien son reconfortantes, eliminan los aceites naturales que protegen nuestra piel.
Por tanto, tras cada ducha, es fundamental aplicar una crema hidratante para restaurar la barrera cutánea. "Opta por productos enriquecidos con ingredientes humectantes como la glicerina, la urea o la manteca de karité para mantener la piel suave y nutrida", recomienda.
LABIOS PROTEGIDOS CONTRA EL FRÍO
El cuidado de los labios es otro aspecto esencial que no debe pasarse por alto durante el invierno. Al ser una zona descubierta y expuesta directamente al frío, los labios tienden a resecarse y agrietarse con facilidad. "Las bajas temperaturas deshidratan los labios incluso si no hace un frío extremo".
Para mantenerlos sanos y suaves, se recomienda el uso de bálsamos labiales reparadores varias veces al día. "Busca productos con ingredientes como la manteca de cacao, la vitamina E y el pantenol, que ayudan a reparar y proteger la delicada piel de los labios".
Por otro lado, el invierno, con su baja radiación solar, es también una excelente oportunidad para incorporar activos potentes en la rutina de cuidado facial, como el retinol. Este ingrediente es conocido por sus propiedades transformadoras que combaten manchas, arrugas, flacidez e imperfecciones.
"El retinol puede secar un poco la piel al principio, pero sus beneficios a largo plazo son innegables"
"El retinol puede secar un poco la piel al principio, pero sus beneficios a largo plazo son innegables". Sin embargo, recomiendan empezar con precaución para minimizar irritaciones: "comienza aplicándolo dos veces por semana durante el primer mes. Si tu piel lo tolera bien, aumenta a noches alternas y, posteriormente, a uso diario". Es importante combinar el retinol con productos hidratantes para contrarrestar su potencial efecto resecante y usar protector solar diario, incluso en invierno.
Proteger la piel en invierno implica prestar atención a necesidades específicas como la hidratación corporal, el cuidado de los labios y la incorporación de activos beneficiosos como el retinol. Adoptar estas medidas no solo evita los problemas causados por el clima, sino que también contribuye a mantener una piel sana, suave y rejuvenecida durante todo el año. Como subrayan los expertos, "el invierno no es excusa para descuidar la piel, al contrario, es la oportunidad perfecta para fortalecerla y cuidarla como se merece".