Hace unas semanas dimos la bienvenida al otoño y la bajada de temperaturas ya comienza a notarse. Con esta, además de la época más fría, se acercan los pequeños y posibles problemas de piel que surgen de su reacción a las temperaturas más gélidas.
Para evitar ciertas consecuencias en nuestra piel provocadas por el frío, como la sequedad, la descamación o, incluso, la dilatación de los capilares en las pieles más sensibles, es necesario ofrecer a nuestra piel un buen cuidado basado en rutinas diarias e, incluso, ayudarse de tratamientos. Ahora bien, es clave que estos cuidados siempre se adecúen al tipo de piel y a la edad.
Araceli Jiménez, subdirectora de las clínicas Aevo, explica cuáles son los mejores cuidados y tratamientos con los que podemos preparar nuestra piel, dependiendo de si tenemos una piel joven o madura, de cara a la llegada del frío.
PIELES JÓVENES
Para este tipo de piel, Araceli recomienda cada mañana limpiar bien el rostro con algún gel o leche limpiadora y, después, hacer uso de un tónico. También, utilizar crema hidratante de día y un buen factor de protección. En el caso de que hubiese acné, habría que exfoliar la piel una vez por semana y hacer uso de mascarillas purificantes. Por la noche, en el caso de haberse maquillado, sería importante retirar el maquillaje con agua micelar, y acto seguido volver a limpiar y tonificar la piel, terminando la rutina por la aplicación de la crema de noche.
Para evitar ciertas consecuencias en nuestra piel provocadas por el frío, es necesario ofrecer a nuestra piel un buen cuidado basado en rutinas diaria
Por lo que se refiere a tratamientos, Araceli Jiménez recomienda tres para este tipo de piel: Be Oxy, para oxigenar e hidratar y obteniendo como resultado una piel hidratada y con efecto flash; tratamiento antipolución, para proteger la piel aportando un escudo frente a los agentes medioambientales y contaminantes, reparando los estragos de estos; y vitamina C, un tratamiento para unificar el tono y aportar luminosidad
PIELES MADURAS
Para este tipo de piel, cada mañana sería importante, al igual que las pieles más jóvenes, limpiar y tonificar el rostro, y en este caso, además de una crema de día y protección, sería importante utilizar un contorno de ojos adecuado. En cuanto a la exfoliación, se podría realizar cada quince días y utilizar acto seguido una mascarilla adecuada al tipo de piel. Por la noche, se volvería a limpiar y tonificar, y se aplicarían los hidratantes necesarios para cada zona del rostro: contorno, sérum y crema hidratante de noche.
Con la combinación de estos tratamientos y siguiendo una rutina de hidratación y limpieza adecuada, tu piel estará preparada y protegida para la llegada del frío.
-Peeling: refuerza los capilares y la barrera protectora de la piel, mejorando su textura y aportando hidratación.
-Tratamiento de células madre. Este tratamiento estimula la regeneración celular, aporta juventud y un gran poder de protección.
-Tratamiento Hydra3. Se trata de un programa hidratante, a través de un triple ácido hialurónico, que restablece, reactiva y regenera nuestra piel.
-Resurfacing. Es un tratamiento reparador y preparador que mejora las imperfecciones y devuelve el equilibrio a la piel.
-Indiba. Recupera y vasculariza los tejidos, devolviendo a nuestra piel su juventud y su esplendor.