Con la llegada de los meses más fríos del año, la piel necesita atención especial para mantenerse saludable y protegida frente a las agresiones externas. Las bajas temperaturas, el viento y la calefacción pueden alterar su equilibrio natural, causando sequedad, irritación y agrietamiento. Adaptar la rutina de cuidado de la piel a estas condiciones se vuelve esencial para garantizar su bienestar.
Uno de los pilares del cuidado invernal de la piel es la hidratación. Mantener una piel hidratada no solo contribuye a su elasticidad y luminosidad, sino que actúa como una barrera natural contra las agresiones climáticas. "Una piel bien hidratada está protegida y resiste mejor los efectos del frío", explica la experta Sabrina Navarro a través de su cuenta de Instagram (@sabrinanavarrobelleza).
Además, es importante prestar especial atención a áreas vulnerables, como los labios, que tienden a resecarse y agrietarse fácilmente. La aplicación de un buen bálsamo labial ayuda a preservar la humedad y evitar daños, especialmente si se reaplica antes de dormir.
"Nunca te olvides de tu protector solar, independientemente de la época del año"
La protección solar sigue siendo indispensable, incluso en invierno. Aunque los días soleados son menos frecuentes, los rayos ultravioleta continúan presentes y pueden causar daño a largo plazo. "Nunca te olvides de tu protector solar, independientemente de la época del año", recalca la experta. Este hábito no solo protege contra el envejecimiento prematuro, sino también contra el riesgo de enfermedades de la piel.
Las manos, a menudo olvidadas, requieren también cuidados adicionales durante el invierno. La exposición constante al frío y al agua puede dejarlas secas y agrietadas. Por ello, se recomienda el uso de cremas específicas para manos y guantes que sirvan como barrera física contra las bajas temperaturas.
La clave para una piel saludable durante el invierno radica en la constancia y en elegir productos adecuados a las necesidades individuales. Incorporar estos simples pasos a la rutina diaria puede marcar la diferencia en cómo la piel enfrenta la temporada. Este invierno, priorizar la protección e hidratación permitirá disfrutar de la estación sin comprometer el bienestar cutáneo.