Piel apagada, poros dilatados, manchas, líneas final, arrugas o acné, son algunas de las mayores preocupaciones en cuanto a la piel de nuestro rostro.
Muchas veces nuestra rutina beauty no es suficiente para mantener nuestra piel tan sana y bonita como nos gustaría. Para darle un empujón y volver a recuperarla, la opción perfecta son los peelings médicos.
“Los peelings superficiales son muy bien tolerados por las pieles más sensibles y reactivas"
Estos consisten en la aplicación de un agente químico sobre la piel que estimula la regeneración, mejora las características de la superficie y estimula la remodelación cutánea.
“Los peelings superficiales son muy bien tolerados por las pieles más sensibles y reactivas, por lo que no habrá problemas en realizar este tratamiento. Además, otra gran ventaja del peeling médico es que no necesitan baja social ya que apenas tiene efectos adversos. Pueden usarse en pieles oscuras sin ningún tipo de problema. Por último, mejoran la calidad de la piel, discromías y alteraciones epidérmicas”, cuenta la doctora Pérez Sevilla.
¿QUE TRATAN LOS PEELINGS MÉDICOS?
Arrugas estáticas y fotoenvejecimiento. Al adelgazar la capa epidérmica y estimular la formación de colágeno atenúan las arrugas más finas.
Discromías. Los peelings superficiales regularizan la estructura epidérmica y restauran la uniformidad en la distribución de la melanina. Además, aportan luminosidad al óvalo facial.
Cicatrices. Los peelings medio-profundos y los profundos estimulan la elevación del fondo de la cicatriz al activar la síntesis de nuevo colágeno y camuflan los bordes de la cicatriz por la ablación que producen.
Acné. Los peelings superficiales, especialmente el de ácido salicílico se utilizan con éxito como tratamiento complementario en lesiones de acné por su acción comedolítica.