El mundo de la belleza ha evolucionado de tal manera que ya no existen barreras ni diferencias entre hombres y mujeres. Los tratamientos y las tendencias se han unido para ofrecer calidad y belleza a ambos géneros. Un claro ejemplo de ello lo encontramos en los hombres que han perdido el miedo y la vergüenza y también se han apuntado a la tendencia de hacerse la pedicura. Sí, sí, ¡la pedicura!
“Los productos utilizados como aceites o cremas no se tienen habitualmente en casa, además muchos no saben cómo se deben aplicar, con qué frecuencia… es mucho más cómodo acudir a un salón y sobre todo en verano, es cuando más lo hacen”, nos cuenta María Jesús Peinado, responsable de estética en uno de los salones de belleza masculina más señeros del barrio de Salamanca, Homine Madrid.
“Contamos con productos específicos para tratar y cuidar los pies del hombre, tanto cremas como aceites que actúan como protectores, fortaleciendo por ejemplo las uñas y previniendo también posibles afecciones”, añade la especialista.
Desde Homine Madrid, recomiendan hacérsela una vez al mes, “la pedicura en nuestro salón es un tratamiento intensivo que engloba lo mejor de una tradicional, como es el cuidado y tratamiento de cutículas, limado, exfoliación y limpieza, complementado por un tratamiento de bienestar que consigue mejorar la salud del pie, activar la circulación y reducir tensiones”.
PASO A PASO
En primer lugar, la especialista valorará el estado actual de los pies y a continuación los desinfectará para poder realizar un peeling o exfoliación.
Se bañaran los pies en un pediluvio con agua jabonosa y a continuación se arreglan las uñas, se cortan, se liman y se retiran las cutículas. Uno de los pasos fundamentales es limar de las durezas que aparecen sobre todo en los talones. En el siguiente paso, se hace un tratamiento de termoterapia a base de parafina que humecta las capas profundas de los pies ayudando así a hidratar, alimentar y rejuvenecer su aspecto. Aparte, trabaja sobre articulaciones, tendones y ayuda a la energía del cuerpo equilibrándola a través del calor.
Para finalizar, se realiza un masaje de pies, con múltiples beneficios como la mejora de la circulación sanguínea, siempre con movimientos lentos y profundos para relajar el sistema nervioso, y con movimientos más enérgicos y activos para estimular los nervios motores, produciendo una sensación de bienestar que se termina con una crema de menta piperita.