Todas sabemos que la limpieza facial es un paso indispensable de nuestra rutina para eliminar los restos de suciedad y evitar el envejecimiento prematuro de los tejidos. Además, con este paso hacemos a nuestra piel mucho más receptiva a la acción de los cosméticos que nos apliquemos en nuestro skincare. Desde Estetic ya hemos explicado en numerosas ocasiones qué técnicas puedes emplear para higienizar tu rostro, ya sea desde casa o con métodos profesionales pero, ¿te has preguntado alguna vez cuál es la forma correcta de secarnos la piel para no dañarla?
Esta pregunta es mucho más importante de lo que crees y hoy venimos a responderla con la técnica del ‘Pat Dry’, que traducido del inglés significaría algo así como ‘secado con toquecitos’. Se trata de un procedimiento que persigue cuidar y respetar la piel, sin resultar agresivo sino todo lo contrario: esconde muchos beneficios.
RIESGOS DE SECARSE CON LA TÉCNICA DE ARRASTRE
Muchas de nosotras tendemos a secar nuestra piel deslizando o arrastrando la toalla por el rostro, pero este gesto puede resultar irritante, en primer lugar por la presión que se ejerce sobre el cutis para retirar bien la suciedad y, en segundo lugar, por las fibras del tejido de las toallas convencionales, que funcionarían de forma similar a como lo hacen los exfoliantes mecánicos, es decir, maltratando la piel si se realiza de forma continuada.
Los exfoliantes mecánicos son aquellos que incorporan gránulos y micropartículas para limpiar los poros en profundidad
Todo ello repercute negativamente en la función de barrera cutánea de la dermis, quedando así desprotegida y debilitada, susceptible a desarrollar cualquier problema cutáneo: erupciones, sensibilidad, desregulación en la producción de sebo, pérdida de protección frente a los rayos UV, estrés oxidativo y envejecimiento prematuro. Para evitarlo, podemos recurrir a técnicas de secado que sean más seguras para la piel como el ‘pat dry’.
¿QUÉ ES EL ‘PAT DRY’?
El ‘pat dry’ es una técnica de secado que consiste en secar la piel del rostro dando ligeros toques con la toalla, sin deslizarla por la superficie. El hecho de ejercer leve presión estimula los tejidos, activando la circulación sanguínea y, con ello, haciendo que los nutrientes y el oxígeno lleguen a las células de la dermis. Hacerlo así tiene consecuencias muy positivas, pues no solo la piel se prepara mejor para la recepción de los cosméticos posteriores, sino que previene la muerte celular prematura.
Si utilizamos este protocolo de secado, vamos a prevenir muchos de los problemas inflamatorios que nos puedan aparecer en el cutis, ya que el arrastre de la toalla elimina la grasa natural que produce la piel y que es necesaria para respetar su pH en equilibrio. Además, el pat dry también evita el desplazamiento de posibles bacterias u otros microorganismos que puedan estar viviendo en nuestra superficie, algunos de ellos negativos para la salud de nuestro microbioma.
El 'pat dry' reduce las posibilidades de desarrollar problemas inflamatorios en la piel
Y por si todavía piensas que esta técnica no es suficiente para eliminar todo el residuo de la cara con el lavado final, te diremos que no tienes por qué preocuparte. La toalla o el secado no son precisamente los momentos específicos de la rutina destinados a limpiar el rostro, sino para eliminar los restos de agua. Ya te habrás deshecho de los restos de maquillaje y suciedad en los pasos previos, con los cosméticos que hayas utilizado para ello. Desde Estetic, te recomendamos emplear el agua micelar para retirar el maquillaje y, después, usar un gel limpiador que higienice por completo.