Llega el verano y con él, las horas de playa, piscina y de momentos al sol. Sabemos que las cremas de protección solar son indispensables cuando entramos en esta época del año, pero ¿has escuchado alguna vez hablar de unas pastillas que ayudan a protegernos del sol y que, en teoría, también potencian el bronceado? Hoy, desde Estetic.es, repasamos esta nueva tendencia en nutricosmética.
Las pastillas para proteger del sol, también conocidas como píldoras bronceadoras o pastillas de bronceado, son suplementos dietéticos que se promocionan como una forma de broncearse sin la necesidad de exponerse al sol o utilizar cremas solares.
Estas pastillas contienen diferentes ingredientes tales como vitaminas, minerales, aminoácidos y antioxidantes, encargadas de estimular la producción de melanina, el pigmento responsable del color de la piel y de su protección contra los rayos UV. Uno de los componentes estrella de estas pastillas es el betacaroteno, sustancia antioxidante y antiinflamatoria que se transforma en vitamina A en el organismo y que protege la piel de los daños externos.
Los efectos de las cápsulas para el sol son limitados y varían según la dosis, la forma de administración y las características individuales de cada persona
En principio, las cápsulas para el sol son aptas para todo el mundo, aunque conviene consultar con el dermatólogo si su uso está indicado en cada caso en particular, por si pudieran interferir con algún otro medicamento.
En cualquier caso, las pastillas de bronceado no sustituyen a las cremas de protección solar, sino que se trata d un complemento para prevenir quemaduras e inflamaciones en la dermis. Las distintas marcas encargadas de elaborar estas patillas aseguran que el producto hace efecto desde la primera toma y, además, ayudan a proteger las zonas del cuerpo a las que no ha llegado la crema de protección solar.
LO QUE DICE LA CIENCIA
Algunos ingredientes de las pastillas para proteger del sol, como el betacaroteno, están asociados con un aumento de la pigmentación de la piel. Sin embargo, estos efectos son limitados y varían según la dosis, la forma de administración y las características individuales de cada persona. Por estos motivos, no existe una evidencia científica que avale la eficacia de estos productos.
Sí es cierto que las cápsulas pueden servir como complemento y aporte de vitaminas y nutrientes extra, que son precisamente los más orientados para proteger la piel. Así que para prevenir el daño solar y sus consecuencias, como el cáncer de piel, lo mejor es tomar las medidas seguras de protección.
Entre ellas, el uso de ropa protectora, sombreros y gafas de sol, y la aplicación una crema con fotoprotección de factor alto pero que también sea apta para la actividad que se va a realizar. Tampoco hay que olvidar hidratarse bien, evitar el sol en las horas centrales del día, y la exposición excesiva o prolongada a los rayos UV.