A diferencia de hace años, actualmente las personas que están pensando en ponerse en manos de un cirujano plástico se informan en profundidad de cómo va a ir su proceso, tanto de la intervención como de su postoperatorio, ya que suelen tener dudas sobre cuál es la mejor época del año para someterse a una operación de cirugía estética.
La creencia popular asegura que es contraproducente operarse en verano porque el postoperatorio se complica, la cicatrización es más lenta o porque hay más riesgo de infecciones, pero no es cierto. De hecho, existe mucha leyenda urbana al respecto, mientras que, paradójicamente, muchas personas escogen países cálidos y caribeños para hacer lo que hoy se conoce como ''turismo de bisturí''.
En este sentido,Im Clinic afirma que la mejor época del año es aquella en que el paciente dispone de unos días tranquilos de descanso, en los que pueda llevar un reposo relativo y en el que las personas que le rodean puedan ''mimarle'' un poco y atender las necesidades de los primeros días después de la cirugía. Por ello, aunque la mayoría de pacientes prefieren los meses justo antes de la época estival para lucir los resultados cuando llega el calor, otros, en cambio, se deciden por aprovechar sus vacaciones de verano.
Im Clinic afirma que la mejor época del año es aquella en que el paciente dispone de unos días tranquilos de descanso, en los que pueda llevar un reposo relativo
Y es que, en la época estival el ritmo de vida es más sosegado y el ambiente que nos rodea suele ser más relajado, con lo cual el proceso de recuperación y de postoperatorio de la intervención puede ser más completo y beneficioso. Además, si lo que queremos es que nuestra operación pase lo más inadvertida posible, el verano es el momento ideal pues no tendremos que dar explicaciones en el trabajo ni tener que dar demasiadas excusas a nuestro entorno si decidimos ''desaparecer'' unos días.
No obstante, debemos tener en cuenta que hay cirugías que son más llevaderas a finales de primavera y verano, y otras que son más aconsejables que se lleven a cabo entre los siete meses que van desde octubre a abril.
Es cierto que hay técnicas más tolerables en verano como las diferentes cirugías que permiten embellecer la mama (aumento, reducción o lifting de pechos) o la blefaroplastia (la corrección de las bolsas de los ojos y los párpados caídos), y otras que no tanto, como el lifting facial.
Así pues, el doctor Iván Mañero, de Im Clinic, recomienda realizar las cirugías faciales en aquellas épocas en que el sol no sea el protagonista, por el riesgo de que se pigmenten los hematomas e incisiones propias de cada cirugía ya que este tipo de pigmentación suele requerir de tratamientos adicionales para corregirla posteriormente. Aunque, evidentemente, todas estas cirugías pueden llevarse a cabo durante los meses de más calor, siempre y cuando el paciente renuncie a ir a la playa o a la piscina y sea muy estricto en cuanto a las normas de protección solar: cremas pantalla total, gafas de sol, gorras, etc. Una excepción sería la blefaroplastia, ya que es una cirugía que se limita a la zona que rodea el ojo, las gafas de sol son unas grandes aliadas y, de hecho, la primavera y el verano son las épocas del año preferidas entre los que desean pasar desapercibidos después de realizar esta cirugía.
Hay técnicas más tolerables en verano como las diferentes cirugías que permiten embellecer la mama (aumento, reducción o lifting de pechos) o la blefaroplastia (la corrección de las bolsas de los ojos y los párpados caídos), y otras que no tanto, como el lifting facial
Por otro lado, las cirugías corporales pueden realizarse en cualquier época del año. El otoño e invierno tienen la ventaja que las prendas compresivas que se utilizan en el postoperatorio son más fáciles de ocultar. No debemos ser tan estrictos con la exposición al sol de cicatrices y hematomas (aunque no debemos descuidarnos) y el hecho que sea una época en la que nos relacionamos menos socialmente también nos ayuda a reponernos.
Sin embargo, son épocas de gran ajetreo familiar en las que solemos llevar el ritmo frenético que vivimos durante el curso escolar (horarios inflexibles, extraescolares de los niños, deberes…) y ello no contribuye demasiado a una buena recuperación. En primavera y verano el ritmo de vida suele ser más distendido y relajado, pero a cambio deberemos ser más cuidadosos con el sol: no deberemos tomarlo hasta que la inflamación pase y nos lo permita nuestro cirujano, y deberemos tapar los hematomas e incisiones físicamente (con ropa) y con protección solar.
Por otra parte, en medicina estética no todas las técnicas pueden llevarse a cabo durante todo el año. Por ejemplo, ciertas terapias con láser (rejuvenecimiento, eliminación de varices o manchas, etc.), la esclerosis de varices, los peelings médicos y otros tratamientos que requieran de ciertos productos químicos están contraindicados en la época estival porque pueden provocar efectos secundarios no deseados como las manchas. Así, en estos tratamientos, es preferible llevarlos a cabo entre octubre y abril.
En cambio, otros como el bótox, rellenos, mesoterapia, tratamiento facial con factores de crecimiento, radiofrecuencia, carboxiterapia, etc., se pueden realizar durante todo el año sin problemas. De hecho, uno de los tratamientos que se suelen recomendar cuando se acerca la primavera y el verano es el bótox. Pues durante el verano tendemos a fruncir más el ceño para protegernos de la luz solar, y este tratamiento ayuda a evitar la aparición de arrugas o que estas se hagan más marcadas.
Un caso a tener en cuenta es la fotodepilación o depilación láser. Habitualmente está desaconsejada, pero existen equipos que no presentan ningún problema para depilar en estos meses, por ejemplo, Harmony XL del que disponen en Im Clinic, que permite depilar pieles bronceadas durante cualquier época del año, incluso en verano.
Por tanto, se puede afirmar que cualquier época del año es buena para someterse a la mayoría de cirugías estéticas, solo que en verano deberemos tomar medidas especiales para protegernos del sol. Lo más importante para una buena recuperación es disponer de tiempo para cuidarnos y para dejar que nos cuiden durante los primeros días.