En los últimos tiempos, especialmente a raíz de la pandemia, las personas han ido tomando cada vez más conciencia de la importancia de la salud. Esto, unido a la facilidad que tienen las redes sociales para viralizar cualquier cosa, ha hecho que muchos alimentos se vuelvan tendencia, ya sea por su curioso sabor o por sus incontables beneficios para la salud. Ejemplo de ello es el kéfir, un súper alimento que puede adquirirse o prepararse en cualquier casa.
Sin embargo, su origen no es para nada cercano: las montañas del Cáucaso han sido el hogar de esta bebida fermentada elaborada a partir de leche o agua desde hace siglos. “Además, se cree que los nómadas de la región descubrieron accidentalmente el proceso de fermentación al almacenar leche en recipientes de piel de animal”, explica para Estetic.es la dietista y nutricionista Aina Candel.
“Las redes han jugado un papel crucial en su difusión, ya que muchas personas comparten recetas beneficiosas y experiencias relacionadas con su consumo”
Pero, curiosidades a parte, ¿cómo ha llegado a ser tan popular en España? Lo cierto es que, además de sus incontables beneficios, las redes sociales tienen algo de culpa en esto. “Las redes han jugado un papel crucial en su difusión, ya que muchas personas comparten recetas beneficiosas y experiencias relacionadas con su consumo”. El auge de las dietas saludables y la búsqueda de alternativas a los productos lácteos ha hecho que cada vez más personas encuentren en redes este tipo de alimentos.
EL KÉFIR, RESPALDADO POR LA EVIDENCIA CIENTÍFICA
“El kéfir en sí ha ganado popularidad debido a la creciente conciencia sobre la salud intestinal y el interés en los alimentos fermentados”, añade la experta. De hecho, esta bebida se obtiene mediante la acción de los gránulos de kéfir, una combinación de bacterias y levaduras con incontables beneficios para la salud. Entre ellos, destacan:
- Mejora de la digestión. Con alto contenido en probióticos, el kéfir puede ayudar a equilibrar la microbiota intestinal.
- Fortalecimiento del sistema inmunológico. Gracias a los probióticos, es posible lograr una mejor respuesta inmune.
- Efecto antiinflamatorio. Ciertos estudios han sugerido que el kéfir puede tener efectos antiinflamatorios.
- Mejora de la salud ósea. El kéfir de leche es una buena fuente de calcio y vitamina K2, importantes para la salud ósea.
Todos estos beneficios están respaldados por estudios científicos. “Algunas investigaciones han demostrado que puede mejorar la salud intestinal, tener efectos anitmicrobianos y contribuir a la salud ósea”. El consumo regular de kéfir también puede ayudar a equilibrar la microbiota intestinal al aumentar la diversidad de bacterias beneficiosas. Esto, a su vez, puede mejorar la digestión, reducir la inflamación y fortalecer el sistema inmunológico.
UN ALIMENTO RODEADO DE MITOS
Como todo lo que se vuelve popular, este alimento está envuelto en algunos mitos y falsas creencias. Por ejemplo, ciertas personas creen que el kéfir está pensado únicamente para intolerantes a la lactosa. Según explica la nutricionista, aunque muchas personas con intolerancia a la lactosa pueden tolerar el kéfir, no es exclusivo para ellos. “Es beneficioso para cualquier persona interesada en mejorar su salud intestinal”. Además, aunque pueden tolerar el kéfir mejor que la leche normal, deben probarlo con precaución.
Por otro lado, debido a su fama, se puede llegar a pensar que es un producto milagroso que cura todas las enfermedades, pero nada más lejos de la realidad. “Aunque tiene muchos beneficios, no es un remedio milagroso y debe ser parte de una dieta equilibrada y un estilo de vida saludable”. Además, no cualquier persona puede consumirlo. Pese a que es un alimento bastante completo, es importante considerar ciertos aspectos. Por ejemplo, aquellas personas con alergias a los lácteos deben evitar el kéfir de leche y optar por el kéfir de agua. Del mismo modo, aquellos con sistemas inmunológicos comprometidos deben consultar a un médico antes de consumir kéfir, pues puede contener microorganismos vivos.
“Aunque tiene muchos beneficios, no es un remedio milagroso y debe ser parte de una dieta equilibrada y un estilo de vida saludable”
DOS TIPOS DE KÉFIR PARA ELEGIR
Para quienes aún no conozcan este alimento y se estén planteando tomarlo, es importante que sepan que hay dos tipos: de leche y de agua. El primero, como su propio nombre indica, se elabora a partir de leche, ya sea de vaca, cabra u oveja, y presenta un sabor cremoso y ácido. Contiene muchas proteínas, grasas, calcio y otros nutrientes.
Por su parte, el kéfir de agua se elabora a partir de agua azucarada y gránulos de kéfir de agua. “Es más ligero y refrescante, y es una opción popular para quienes buscan una bebida no láctea. Sin embargo, contiene menos calorías y nutrientes en comparación con el kéfir de leche”, concluye la nutricionista. Este súper alimento está ‘de moda’, y no es para menos. La mejora de la digestión, el efecto antiinflamatorio y antimicrobiano o el fortalecimiento del sistema inmunológico son solo algunas de las razones por las que puedes plantearte empezar a tomar esa sustancia que tanto ves por redes. No en vano, priorizar la salud intestinal puede mejorar la salud general y la calidad de vida.