En la búsqueda constante por realzar la belleza natural, las técnicas de maquillaje permanente y semipermanente han ganado popularidad en los últimos años. El microblading y la micropigmentación se han convertido en aliados para corregir y diseñar cejas, realzar labios y ojos, e incluso reconstruir areolas tras una mastectomía. Sin embargo, ¿cuáles son las diferencias clave entre estas dos técnicas? MónicaAránguez, experta en micropigmentación y propietaria de su propio centro, aclara las dudas.
El microblading es una técnica que se centra en la capa más superficial de la piel, la epidermis. Se realiza con un Tebori, una herramienta manual similar a un bisturí que permite una gran precisión. Esta técnica de maquillaje semipermanente se limita principalmente a las cejas. "La técnica que se realiza es pelo a pelo y se recomienda para pieles finas en las que se busque modificar y mejorar el aspecto de las cejas", explica Mónica.
"La técnica que se realiza es pelo a pelo y se recomienda para pieles finas en las que se busque modificar y mejorar el aspecto de las cejas"
Gracias al microblading, es posible rellenar huecos en las cejas o incluso dibujarlas desde cero en casos de alopecia, logrando un aspecto natural y definido. Sin embargo, es importante tener en cuenta que el resultado no es permanente, con una duración que oscila entre 6 y 12 meses.
MICROPIGMENTACIÓN: VERSATILIDAD Y DURACIÓN
A diferencia del microblading, la micropigmentación actúa en las capas más profundas de la piel, tanto la dermis como la epidermis. Se utiliza un dermógrafo, una máquina similar a la de un tatuaje que ofrece mayor versatilidad. Este dispositivo cuenta con diferentes tipos de agujas: una de una punta para la técnica pelo a pelo y otras de tres a cinco puntas para rellenar o sombrear áreas que requieran mayor intensidad de color.
"Mientras que el microblading sólo se realiza en las cejas, mediante la micropigmentación es posible tratar todo tipo de zonas y utilizar diferentes técnicas", comenta Mónica. En las cejas, se puede optar por la técnica pelo a pelo, más adecuada para pieles gruesas, o por el efecto difuminado, que proporciona un aspecto más suave y sombreado.
Además de las cejas, la micropigmentación se aplica en otras áreas como los ojos (para delinear párpados), los labios (para perfilar o dar color) y el cuero cabelludo (para simular densidad capilar). Pero su alcance va más allá de la estética: "La micropigmentación también se realiza con fines paramédicos, no sólo estéticos, y una de sus áreas a tratar más destacada son las areolas", detalla la experta.
"La micropigmentación también se realiza con fines paramédicos, no sólo estéticos, y una de sus áreas a tratar más destacada son las areolas"
Este procedimiento ofrece una solución reconstructiva invaluable para mujeres que han pasado por una mastectomía. Mediante la micropigmentación, es posible reconstruir la apariencia de las areolas, devolviéndolas a su aspecto natural y contribuyendo significativamente a la recuperación psicológica de las pacientes tras superar la enfermedad. La duración de la micropigmentación es mayor que la del microblading, con resultados que pueden perdurar entre 1 y 3 años.
El microblading se centra en la precisión del trazo pelo a pelo en las cejas, ofreciendo resultados naturales pero de menor duración. La micropigmentación, por su parte, ofrece mayor versatilidad en cuanto a zonas de aplicación y técnicas, además de una mayor duración y la posibilidad de realizar tratamientos paramédicos. La elección entre una técnica u otra dependerá de las necesidades y objetivos de cada persona, así como de las características de su piel. Consultar con un profesional cualificado es fundamental para determinar la opción más adecuada.