En verano la piel sufre mucho por la exposición solar, por eso es importante, además de utilizar protección solar alta, protegerla con antioxidantes y vitaminas. La mesoterapia facial con vitaminas se convierte así en uno de los tratamientos de medicina estética más indicados para prevenir los daños del sol, según la doctora Gema Pérez Sevilla, cirujana maxilofacial y experta en medicina estética facial.
La mesoterapia facial es un tratamiento que puede aplicarse en cualquier época del año, incluso en verano. No requiere cuidados específicos. Si después de la sesión aparecen pequeños hematomas, habrá que cubrirlos perfectamente para que no les dé el sol, y utilizar cremas específicas para acelerar su reabsorción.
Según la doctora Gema Pérez Sevilla, la mesoterapia facial cumple con tres objetivos: regenera la piel, gracias a los componentes revitalizantes que estimulan el metabolismo celular; previene el fotoenvejecimiento, gracias a los antioxidantes que la protegen frente a los radicales libres que provoca el sol; y produce una redensificación cutánea, ya que al utilizar ácido hialurónico reestructurante se regeneran las fibras, recuperando así las propiedades viscoelásticas de la piel.
La mesoterapia facial es un tratamiento que puede aplicarse en cualquier época del año, incluso en verano
Se puede aplicar mediante microinyecciones, pequeños depósitos que se reparten por todo el rostro y el escote, o infiltraciones en abanico, depósitos en líneas subdérmicas que se realizan con cánulas, con un único punto de entrada.
Se utilizan productos naturales que están presentes en el cuerpo como las vitaminas o los aminoácidos o que son muy bien tolerados porque vienen de productos de la alimentación. ''La tendencia actual es utilizar componentes con efecto antioxidante que hidraten y tengan una acción reestructurante y regenerante de la piel, para que la dermis se engruese para tener más firmeza'', apunta la doctora Gema Pérez Sevilla.
¿Para quién? Como tratamiento preventivo del envejecimiento cronológico o fotoinducido; como tratamiento regular para corregir los signos del envejecimiento y ralentizarlo. Tendría que hacerse cada 2 meses; como complemento a otros tratamientos o alternando con otros como la radiofrecuencia o los ultrasonidos; y como booster pare vitalizar profundamente la piel en momentos puntuales como cambios de estación, exposición prolongada al sol, etc.