En el mundo de la Medicina Estética, concretamente en el ámbito antiedad, es muy común emplear estrategias de prevención. La Dra. Candy Hernández, médico estético y fundadora de Candhé Clinic, sabe de eso y afirma que los pacientes de hoy en día están “más informado que nunca y prefiere tratamientos poco invasivos que previenen los signos de la edad y alargan la juventud del rostro”.
Los tratamientos con neuromoduladores son protocolo que actúan de cara a la prevención antes que como solución. “Consiguen relajar los músculos del rostro que generan líneas de expresión para que en un futuro no aparezcan. Por ese motivo, lo ideal es empezar el tratamiento antes de que empiecen a aparecer”, explica la Dra. Candy Hernández.
"Suele dar muy buen resultado cuando se empieza alrededor de los 30 años"
Al sonreír o fruncir el ceño movemos algunos músculos que forman pliegues en la cara y que con el paso de los años se quedan marcados como líneas de expresión. En ese sentido, emplear neuromoduladores contribuye a relajar la expresión para poder ejecutarlas con naturalidad sin marcar las líneas.
Este protocolo se lleva a cabo a través de pequeñas infiltraciones, normalmente en el tercio superior del rostro, en vistas a prevenir las líneas de expresión en la frente, entrecejo y patas de gallo.
¿A QUÉ EDAD SE PUEDEN EMPLEAR?
Candy responde a una de las dudas mas frecuente sobre neuromoduladores, y es en relación a la edad con la que se puede comenzar a emplear esta clase de protocolos: “No hay una edad concreta ya que cada caso es distinto, pero el tratamiento con neuromoduladores suele dar muy buen resultado cuando se empieza alrededor de los 30”.
MITOS SOBRE LOS NEUROMODULADORES
Salen más arrugas si no repites el tratamiento. Es falso: “Este tratamiento funciona como una cápsula del tiempo: mientras duran sus efectos no creas nuevas arrugas. Al terminar su efecto, si no repites el tratamiento, verás las mismas arrugas que tenías antes del tratamiento”, explica la doctora.
Dejan la cara sin expresión: También falso: “Siempre que el tratamiento esté bien hecho, los neuromoduladores únicamente relajarán las líneas de expresión, respetando tu expresión y permitiendo el movimiento con naturalidad”, aclara Hernández.
Los resultados no se ven al momento. Es cierto: “Al salir de la consulta no verás ningún resultado. Los resultados empiezan a verse entre tres y cinco días tras el tratamiento y son totalmente visibles a la semana o diez días”, detalla la doctora.
Cuanta más cantidad aplicada, menos arrugas. Es falso: “Los mejores resultados no se consiguen con más cantidad de producto, sino usando las técnicas adecuadas para cada paciente”, explica Candy.
Es un tratamiento para personas mayores. Falso: “Al ser un tratamiento preventivo, funciona muy bien cuando se empieza en pacientes jóvenes que están en la treintena y empiezan a marcar sus primeras líneas de expresión. El tratamiento frena este proceso de envejecimiento, preservando el aspecto joven y natural del rostro los siguientes años”, aclara Hernández.