Los implantes de barba, una realidad en alza

Las barbas incompletas, las cicatrices, el acné o el cambio de sexo están detrás del microinjerto de barba, que sigue aumentando tras su popularización en el mundo de la estética masculina.

Estetic
17 diciembre 2015 | 16:17 h
Los implantes de barba, una realidad en alza
Los implantes de barba, una realidad en alza
En los últimos años la moda y la estética masculina han dado un giro de 180 grados proclamando a un claro protagonista: la barba.

"El pelo de la barba es similar al de la cabeza, por lo que el criterio para realizar el microinjerto es el mismo"
Símbolo de masculinidad para ellos y atractivo según ellas, se ha convertido en el complemento más demandado. Pero la genética, el acné o las cicatrices hacen que no todos los hombres puedan sumarse a esta tendencia, por lo que está aumentando la demanda al respecto en el sector de los implantes capilares.

El pelo de la barba es similar al de la cabeza, por tanto el criterio para extraer los folículos pilosos y realizar el microinjerto es el mismo que si se realizara en el cuero cabelludo, recuerdan desde Svenson.

Entre las diversas técnicas de microinjerto, la más recomendada para el cabello facial es la tira. Este procedimiento no requiere rapar el pelo, por lo que se ve claramente la dirección de éste y se puede direccionar con más precisión, consiguiendo el resultado más natural posible.

Asimismo, se puede realizar mediante la técnica FUE (extracción de unidades foliculares) tanto manualmente como mediante el robot Artas.

Las barbas incompletas o el cambio de sexo pueden ser otras de las razones para el cambio de imagen que cada vez solicitan más pacientes, en busca de unos resultados que son visibles a los seis meses.


Según indica el doctor Velasco de Aliaga, director médico de Svenson, “este procedimiento se puede realizar sobre cualquier zona de la barba ya sean patillas, bigote o mejillas, con el objetivo de dar mayor densidad a barbas poco pobladas, con pequeñas calvas o cicatrices e incluso en pacientes imberbes”.

Tras la intervención el paciente debe cuidar minuciosamente la higiene durante los primeros días, pero a partir del décimo día puede comenzar a utilizar cremas hidratantes, incluso retomar el afeitado normal al mes de la intervención.

“Al principio empezó como un servicio para aquellos pacientes que se habían quemado la cara, por acné o por cicatrices que hacen que la barba haya perdido continuidad en la cara”, explica el doctor, pero tras invertirse la tendencia ausente de cabellos y metrosexual, estamos ante un fenómeno cada vez más habitual en los quirófanos.


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