Aunque sea tendencia, unos pendientes muy grandes pueden dar lugar a lóbulos rasgados, ya sea parcialmente, cuando se aprecia un agujero muy grande; o completamente, cuando el lóbulo se parte en dos mitades.
"Los lóbulos de las orejas suelen aumentar de tamaño por los pendientes y con la edad"
En este sentido, el doctor Diego Tomás Ivancich, propone la reparación de dichos lóbulos mediante una lobuloplastia. Se trata de una intervención que consiste en reconstruir la continuidad del lóbulo bajo anestesia local, dando unos puntos finos y pequeños en la cara anterior y posterior del lóbulo.
Esta cirugía se puede asociar con otras técnicas, como la reducción del tamaño del lóbulo o del pabellón auricular, ya que los lóbulos de las orejas suelen aumentar de tamaño por llevar pendientes pesados o simplemente por la edad.
En cuanto al postoperatorio, las precauciones son mínimas, lo que se debe cuidar principalmente es la higiene, con el objetivo de prevenir una infección. Los puntos se retiran pasados 10 días y la cicatriz es prácticamente imperceptible. Además, pasado un mes, se puede realizar de nuevo un agujero para pendientes, aunque es recomendable hacerlo a unos milímetros del agujero original.