Los has intentado por activa y por pasiva y, sin embargo, todavía no consigues que tu cabello se vea radiante. ¿Sabes cuál puede ser la solución? Aplicar los productos capilares al revés; es decir, alternar su orden para garantizar una limpieza más óptima del cuero cabelludo y, por tanto, una melena con más volumen.
El objetivo de lavar el cabello a la inversa es eliminar los residuos que haya podido dejar el acondicionador en la melena
En este sentido, el primer producto que tienes que aplicar es el acondicionador, que puede estar en formato sólido o líquido. La versión en pastilla se humedece, se frota directamente sobre el cabello de medios a puntas y se deja reposar de uno a tres minutos. La opción tradicional de este producto se masajea suavemente y, una vez transcurridos tres minutos aproximadamente, puede aclararse como agua tibia al igual que el anterior.
Después del acondicionador aplicaríamos el champú, que debe seleccionarse en función del tipo de cabello: graso, seco, rizado, teñido, fino, encrespado…
El objetivo de lavar el cabello a la inversa es eliminar los residuos que haya podido dejar el acondicionador en la melena, ya que es un producto que tiene formulaciones muy pesadas y, si no se retiran bien, el pelo puede quedar apelmazado.