La nueva técnica consiste en el arte de crear extremidades bronceadas y tonificadas a partir de dos bases de maquillaje
Se trata de una práctica que se encarga de definir los volúmenes del rostro a partir de dos bases de maquillaje: una más clara y otra más oscura para conseguir una ceja más levantada, una nariz afilada o un pómulo más marcado. De esta forma, el “contouring” se va rigiendo a través de luces y sombras y consigue también dar forma a los ojos.
Y es que, la morfología del rostro es determinante en el maquillaje y sobre todo, en el diseño de las cejas, para el que es necesario el lápiz, los pigmentos en polvo y las pinzas.
Esto ha desatado numerosas opiniones por la red, desde las que se muestran encantadas de poder contar con un nuevo truco estético, hasta las que ponen el grito en el cielo por el tiempo que puede conllevar el maquillaje y la presión social de conseguir un “rostro aceptable” y un “cuerpo esculpido.”
Porque tú eres lo más importante… Estetic.es