Las redes sociales son una herramienta que permite comunicar todo tipo de información a muchas partes del mundo, pero también son un generador de tendencias. Todo aquello que gusta a un número suficiente de personas es susceptible de volverse viral, ponerse de moda e incitar a los usuarios de redes a comprarlo, llevarlo o, incluso, realizarse en su propio cuerpo. Por ejemplo, si se ‘pone de moda’ tener los labios exageradamente carnosos, una gran cantidad de usuarios querrán tenerlos así.
De hecho, una de las tendencias más populares tiene que ver con la huella estética, un concepto relacionado con el impacto que los tratamientos dejan en el rostro con el paso del tiempo. Si los procedimientos se realizan de forma correcta, la huella será positiva, mientras que si se emplean métodos inadecuados, la huella puede ser negativa. Pero existe un tercer aspecto de la huella estética, relacionado con las redes sociales y los influencers.
“Independientemente de que la huella sea positiva o negativa, las redes tienden a amplificar los resultados, buscando un alto impacto visual”
“Independientemente de que la huella sea positiva o negativa, las redes tienden a amplificar los resultados, buscando un alto impacto visual”, señala para Estetic.esVicent Alonso, coordinador del Grupo Español de Dermatología Estética de la AEDV. Esto puede llevar a los usuarios a querer realizarse los mismos procedimientos que su influencer favorito, incluso aunque no sea el más indicado para ellos. Así, la promoción de tratamientos por parte de influencers puede impulsar la solicitud de consultas sobre dichos procedimientos.
Por ello, el experto indica que es fundamental que los pacientes comprendan que cada tratamiento debe adaptarse a su anatomía visual, “y no basarse en modas o expectativas irreales”. Ante estas tendencias, los profesionales, como los dermatólogos, responden asegurando que los procedimientos recomendados se ajusten a las necesidades reales de cada paciente, y no a las modas promovidas en redes, como indica el experto.
“Los dermatólogos educamos a los pacientes, no solo de los beneficios, sino también sobre los riesgos y las limitaciones”. Este aspecto es fundamental ya que, aunque los influencers desempeñan un papel clave en la normalización de los procedimientos, pueden llegar a minimizar los riesgos y la importancia de una personalización adecuada, fundamental para evitar resultados no deseados. “Es esencial que no cedamos a las modas pasajeras o a la presión de las redes, sino que trabajemos con un enfoque personalizado basado en la salud integral del paciente”.
LA PRESIÓN ESTÉTICA, POTENCIADA POR LAS REDES
El experto de la AEDV señala que los jóvenes son especialmente susceptibles a la presión por alcanzar una estética ideal en redes. “Al ver resultados aparentemente perfectos en redes, pueden sentir que necesitan tratamientos para ser aceptados”. Esto puede desembocar en graves problemas, provocando trastornos de la imagen corporal, como el trastorno dismórfico corporal.
“Además, la necesidad de someterse repetidamente a tratamientos puede conducir a un trastorno por abuso de procedimientos estéticos”. En este sentido, el papel del dermatólogo es fomentar un diálogo honesto con los pacientes, en lo relativo a los límites de las técnicas estéticas y los riesgos asociados a la insatisfacción con la propia imagen y el abuso de tratamientos estéticos.
"Las plataformas podrían implementar regulaciones sobre la promoción de procedimientos estéticos sin criterios médicos"
¿CÓMO ABORDAR LA SITUACIÓN?
El Dr. Vicent Alonso señala que, para que esto no ocurra, las experiencias de tratamientos estéticospor parte de influencers deben mostrarse con responsabilidad y en el contexto adecuado. Así, se evitará que sus seguidores tengan expectativas poco saludables. “Las plataformas podrían implementar regulaciones sobre la promoción de procedimientos estéticos sin criterios médicos, además de incluir advertencias sobre los riesgos de seguir tendencias estéticas sin asesoramiento profesional”.
Los influencers, inevitablemente, ponen de moda ciertas características estéticas, creando tendencias como la relativa a realizarse tratamientos estéticos evidentes. Sin embargo, el dermatólogo del Grupo Español de Dermatología Estética señala que la corriente principal apunta hacia una belleza auténtica, basada en la armonía y en preservar la naturalidad. “Los dermatólogos educamos a nuestros pacientes para que comprendan que los resultados más deseables no son los más evidentes”, concluye el experto.