Por todos es sabido que el aumento de pecho es una de las cirugías estéticas más demandadas por las mujeres. Sin embargo, antes de someterse a una intervención de este tipo hay que tener en cuenta tres cosas: el tamaño que se desea, la forma y el tipo de implante.
En este sentido, la Sociedad Americana de Cirujanos Plásticos propone dos tipos de implantes: los salinos y los de silicona, ambos con una cubierta exterior de silicona. Los implantes salinos se llenan de agua salada estéril, por lo que se pueden introducir desinflados dentro del pecho y posteriormente introducir la cantidad indicada de relleno para lograr el efecto deseado. No obstante, tienen más riesgo que los de silicona porque pueden desinflarse o romperse, lo que llevaría a un cambio en la forma y tamaño del pecho.
Las fugas de silicona no son tan obvias ya que la silicona no fluye fácilmente como el agua
Por otro lado, los implantes de silicona se rellenan con una formulación diferente del material que forma la cáscara. Como polímero, es más espeso y viscoso que el agua salada, lo que muchas mujeres prefieren debido a que el material actúa y se siente más como el tejido mamario natural.
Además, las fugas de silicona no son tan obvias ya que la silicona no fluye fácilmente como el agua. Por tanto, para detectar una posible ruptura de un implante lleno de silicona, las mujeres deben tener un examen especial que detecte este tipo de problemas.
Asimismo, durante algún tiempo, los implantes solo estaban disponibles como dispositivos redondos con relleno de agua salina o silicona, pero los avances en el desarrollo de estos dispositivos han llevado a la creación de implantes redondos y de forma anatómica.
Los implantes redondos dan una mirada completa al polo superior de la mama y pueden rotar potencialmente en la envoltura, aunque dicho cambio no debería ser visible. Los implantes anatómicos (llamados así porque se parecen a la inclinación natural de la lágrima en forma de lágrima) tienen una parte superior cónica, por lo que la plenitud se acentúa más en el polo inferior del seno. Si estos cambian, sin embargo, el cambio visible puede ser más pronunciado.