Los implantes surgen en la década de los 60, cuando se fabricaban las prótesis con una cubierta lisa fabricada de un elastómero de silicona rellena de aceite de silicona. Sin embargo, estos primeros implantes presentaban dos problemas con muy cierta frecuencia: se palpaban y originaban pliegues visibles y el otro era la alta tasa de contractura capsular.
La diferencia radica en que el gel de silicona es más viscoso, por lo que quedan más rígidos. En cambio los de suero salino tienen un efecto más natural
Para que esto no ocurriera, comenzaron a rellenar las prótesis y a hacerlas con cubierta texturada. Eso sí, desde entonces los implantes comenzaron a desarrollarse con una variedad de anchos de base, cantidades de proyección y volúmenes de relleno.
Por un lado, están rellenos de silicona, un polímero inerte que no produce alergias, sensibilidades o reacciones. Por otro, también los rellenos rellenos desolución salina. Aquí es donde se presenta la duda de muchas sobre cuáles elegir a la hora de someterse a una intervención de aumento de pecho.
La diferencia radica en que el gel de silicona es más viscoso que el salino, por lo que quedan más rígidos. La Agencia Americana del Medicamento (FDA, por sus siglas en inglés) las recomienda en mujeres a partir de los 22 años. En cambio, los implantes rellenos de solución salina tienen un efecto más natural y están disponibles para las mujeres de todas las edades.
No obstante, desde Estetic.es te recomendamos estudiar tu caso concreto con un cirujano plástico certificado para que te decantes por unos implantes u otros para obtener un resultado natural y adecuado a tu cuerpo.