Las esponjas menstruales son un artículo de higiene femenina que consiste en la retención interna, al igual que un tampón, y es de origen natural. También se las conoce como “tampones de esponja” y se emplean para absorber el flujo menstrual desde el canal vaginal.
Hablamos con la ginecóloga Amira Alkourdi Martínez (@ginecologa) sobre este producto de higiene femenina y las implicaciones de sus materiales.
Generalmente, se pueden emplear hasta ocho horas. No obstante, es un tiempo estimado que varía según los materiales y las marcas que las comercializan. Tienen un riesgo potencial de fuga de los flujos, pero Amira nos comenta la existencia de diferentes tipos para adaptarlo al flujo.
Cada vez son más las compañías que se han sumado a distribuir este producto, aunque no es un artículo de nueva creación, pues su existencia data desde hace 3.000 años. El origen de las esponjas menstruales se remonta al siglo XIX, cuando este artículo de higiene íntima se popularizaba hasta su olvido en el siglo XX. Recientemente ha cobrado especial relevancia con las incipientes preocupaciones colectivas por el medio ambiente.
“Si se mantiene mas de las horas que se recomiendan pueden provocar Síndrome del Shock Tóxico”
Su funcionamiento consiste humedecer la esponja y escurrir para retirar el exceso de agua, después se dobla y se introduce en la vagina hasta que llegue al fondo. La ginecóloga destaca la comodidad y la reutilización de este método.
MATERIALES Y PH VAGINAL
Existen dos tipos de esponjas según sus materiales: las sintéticas y las naturales. Aquellas de origen natural son totalmente biodegradables, y libres de tóxicos que puedan implicar irritaciones.
Por otro lado, las sintéticas no son degradables. Aunque destacan por sus diseños ergonómicos y comodidad a la hora de colocarlas.
Algunas esponjas menstruales se someten a un proceso de blanqueamiento a la hora de su comercialización. Un método que puede suponer una alteración del pH vaginal. Amira comenta que, al igual que la ropa interior, se dan procedimientos químicos: “Deben evitarse las que se han sometido a ese tipo de procedimientos, pues efectivamente pueden incidir sobre el pH y provocar la proliferación de microorganismos, como hongos, o síntomas genitales”.
SÍNDROME DEL SHOCK TÓXICO
Le preguntamos a la doctora por el riesgo de sufrir Síndrome de Choque Tóxico (SST) con las esponjas menstruales: “Cualquier objeto, tampón o esponja, si se mantiene más de las horas que se recomiendan pueden dar lugar a una colonización bacteriana y provocar SST“.
Conocido como Shock Tóxico o SST es una de las complicaciones poco frecuentes que ciertos tipos de infecciones bacterianas pueden provocar con un riesgo potencialmente mortal. Tiene su origen en las toxinas que el Staphylococcus aureus (estafilococo) produce.
Aunque puede afectar a cualquier persona, los factores de riesgo son personas con heridas abiertas en la piel y el uso de productos de higiene femenina como los tampones, copas menstruales, esponjas o diafragmas.
“Si seguimos estos cuidados, minimizamos que exista colonización”
Le preguntamos a la Dra. Alkourdi por la esterilización de las esponjas para volver a usarlas. Ella apunta a unas pautas comunes: “Se recomienda sumergirlas tras su lavado, en agua con vinagre o en bicarbonato”, aunque depende, en gran medida, de las indicaciones de la marca que las comercializa.
La composición de este producto de higiene femenina está hecho a base de un material poroso, por eso, le preguntamos a la experta por el riesgo de acumular microorganismos que pueden implicar infecciones: “Dado que son productos que se emplean en medio y largo plazo, su mantenimiento es clave para intentar evitar que proliferen organismos, que al final lo que pueden producir es incidencias intimas. Y si seguimos estos cuidado, minimizamos que exista colonización”.