En el último año, la popularidad de la semaglutida se ha disparado, debido a que se trata de una herramienta efectiva en la lucha contra la obesidad. Pero, ¿por qué es un aliado tan eficaz en esta guerra? La clave está en que el medicamento reduce la ingesta de alimentos al disminuir el apetito y ralentizar la digestión en el estómago, ayudando a reducir la grasa corporal. Tal es su ‘poder’ que numerosas celebrities e influencers han recurrido a la semaglutida para perder peso, logrando resultados que han sido comentados a lo largo y ancho del planeta.
Sin embargo, no todos los resultados son positivos: la pérdida de peso ‘exprés’ que facilita, trae consigo efectos envejecedores. En este contexto nace el término ‘Ozempic face’, que describe los cambios faciales asociados a la pérdida de peso. “La rápida disminución de grasa corporal afecta no solo al cuerpo, sino también al rostro, lo que puede causar una pérdida de volumen facial, especialmente a partir de los 25 años, cuando la producción de colágeno y elastina se ve ralentizada”, explica la doctora Carmen Górriz, de IMR.
"La rápida disminución de grasa corporal afecta no solo al cuerpo, sino también al rostro, lo que puede causar una pérdida de volumen facial, especialmente a partir de los 25 años"
¿La consecuencia? Una apariencia más envejecida, con flacidez acusada, arrugas más visibles y una textura más acartonada de la epidermis, según indica la experta. La Dra. Górriz resume la situación en tres aspectos clave:
- Pérdida de volumen facial. Con la rápida pérdida de peso, se pierde también grasa subcutánea encargada de proporcionar estructura y soporte a la piel. Así, la grasa en las mejillas y el área mandibular disminuye, dando lugar a un aspecto más hundido.
- Flacidez y líneas marcadas. La piel no llega a adaptarse a la pérdida de grasa tan rápida y se retrae, generando flacidez. Además, las arrugas y líneas de expresión se vuelven más visibles.
- Textura y elasticidad reducidas. La producción de colágeno puede verse afectada, derivando en una piel menos firme y con una textura más rugosa o áspera.
¿HAY SOLUCIÓN?
Lo cierto es que, frente a la ‘Ozempic face’, existen algunos tratamientos no invasivos que permiten restaurar el volumen y mejorar la calidad de la piel. En conjunto, estos procedimientos pueden revertir el envejecimiento facial acelerado asociado con la pérdida de peso:
- Rellenos dérmicos. Los rellenos de ácido hialurónico o productos con hidroxiapatita cálcica pueden restaurar el volumen perdido.
- Ultherapy o HIFU. Ayudan a tensar la piel gracias a la energía ultrasónica para estimular la producción de colágeno en capas profundas de la piel.
- Potenza o radiofrecuencia con microagujas. Una combinación de microlesiones controladas y calor profundo para estimular la producción de colágeno y tensar la piel.
- Bioestimuladores. Especialmente útiles para mejorar la calidad de la epidermis a largo plazo, los tratamientos con polinucleótidos o ácido poliláctico estimulan la producción de colágeno.
- Toxina botulínica. Puede complementarse con rellenos dérmicos con el objetivo de suavizar las líneas de expresión y restaurar una apariencia más joven y descansada.