Un nuevo método para mejorar la apariencia física se ha viralizado en redes sociales, se trata del Mewing y promete resaltar la mandíbula mientras reduce la papada. Originalmente, esta estrategia se remonta a los años 70 cuando John Mew, un ortodoncista optó por dejar de lado los aparatos dentales y enfocarse en el entrenamiento de la postura oral.
La técnica consiste en apoyar la lengua en el paladar, de manera que no se bloquean las vías respiratorias, mientras se mantiene la boca ligeramente cerrada. Un ejercicio que, supuestamente, estimula la respiración nasal y modifica la estructura de la mandíbula.
Le preguntamos al doctor Fernando Soria, experto en Odontología reconstructiva y estética, periodoncia e implantología en Clínica Fernando Soria e Instituto SmileDesign by Fernando Soria, por las implicaciones de este fenómeno viral en redes sociales.
¿QUÉ ES EL MEWING?
En palabras del doctor Soria, el Mewing se define como la práctica de “colocar la lengua, que en un respirador oral se encuentra en una posición baja, en el paladar para así elevarla y abrir la vía nasal”. En esa línea, el experto en odontología advierte de que el Mewing es un método que pone en práctica con sus pacientes cuando ya se ha corregido la respiración oral, porque antes “no aporta ningún beneficio”.
Y es que, según señala el doctor, “un respirador oral puede presentar una vía obstruida, un paladar estrecho que le impide una correcta posición de la lengua…etc, y no vamos a poder corregir esa respiración oral”. En otras palabras, si no se han tratado los factores que provocan la respiración oral, el Mewing no servirá.
Una mala postura de la lengua tiene múltiples repercusiones estéticas y en la salud
Algunos de los supuestos beneficios de practicar Mewing de manera continuada varían desde la mejorar de la alineación dental, la apnea del sueño, posición del cuello o reducción de papada, resultando en una mandíbula más marcada. Unas ventajas que, el doctor explica, se deben a no presentar una posición baja de la lengua. No obstante, recalca que es una estrategia que “ayudaría en ciertos casos pero no en todos”.
CONSECUENCIAS DEL MEWING
Fernando nos cuenta en Estetic que el abuso del Mewing puede resultar en “una sensación de boca seca, encías que presentan signos de inflamación como gingivitis, cansancio por no oxigenarse bien u ojeras”, enumera. En general, una mala posición de la lengua puede ser el detonante de una serie de varios problemas de salud.
En determinados casos, el Mewing puede ayudar. Pero el doctor recalca que las problemáticas que el Mewing promete solucionar pueden tener su origen en otros factores: “la incorrecta alienación y otros tipos de mal oclusión pueden estar asociados a otros factores, tales como una discrepancia en el tamaño dentario u óseo”. De igual manera, “la apnea del sueño, también sería así, siempre teniendo en cuenta otros factores como las vegetaciones, personas con sobrepeso o los fumadores”.
APOYO DE LA LENGUA
Y es que la posición de la lengua tiene mucha importancia en la morfología de la mandíbula. Según nos cuenta Fernando, “por la posición baja de la lengua aparece una protrusión o volcamiento de los incisivos superiores e inferiores, una mordida abierta anterior o gingivitis por la exposición gingival en reposo”.
En su lugar, el experto aclara que el apoyo correcto de la lengua está en la ruga palatina, detrás de los incisivos superiores. Tener una buena posición de la lengua es imprescindible para una correcta respiración, a su vez, desencadena un correcto desarrollo facial, así como favorecer la salud bucal. Además, al mantener una correcta posición de la lengua, los músculos faciales se ejercitan, ayudando a tonificarlos y combatiendo la flacidez facial, que es lo que promete el Mewing.