Tomar el sol es el pasatiempos favorito para muchas personas en los meses de verano. Bien sea en la playa, en la piscina o con paseos en la naturaleza, el caso es que los rayos UVB ayudan a que nuestro cuerpo produzca vitamina D, una sustancia esencial para la absorción del calcio, mantener la barrera cutánea y prevenir el envejecimiento prematuro. Eso sí, siempre realizando exposiciones controladas y tomando todas las precauciones que aconsejan los dermatólogos.
A pesar de haber seguido todas esas recomendaciones, la piel se resiente después de tomar el sol, así que cuidarla y repararla será fundamental para evitar el daño solar. ¿Y cómo podemos hacerlo? Desde Estetic tenemos la respuesta gracias a los consejos del centro de estética y belleza Carmen Navarro:
- En las vacaciones de verano tendemos a relajar nuestras rutinas de cuidado cosmético y facial, por lo que recuperarlas será el primer paso. La exfoliación debe ser lo primero que hagas para retirar las células muertas y todas las partículas de suciedad, así como para preparar las diferentes capas de la piel para que reciban los productos cosméticos posteriores y que penetren en profundidad maximizando su acción.
- Debemos centrar nuestra rutina en escoger productos destinados a hidratar y regenerar la piel, así que los antioxidantes van a obtener un papel protagonista. Si bien antes habíamos seleccionados fórmulas enriquecidas con vitamina D para protegernos del daño solar y aquellas que nos ayudaban a potenciar el bronceado, ahora debemos priorizar la vitamina C para recuperar la luminosidad, combatir la inflamación y mantener a raya el envejecimiento solar.
No debemos olvidarnos de que hay zonas del cuerpo que también han sufrido el daño solar y que tienden a ser descuidadas durante la exposición y después del sol: el cuello, el escote, los pies, las orejas, las manos y el cuello
- Precisamente, para combatir el envejecimiento solar y la deshidratación, el centro estético nos recomienda confiar en fórmulas ultrafrescas que renueven la piel y recuperen el manto hidrolipídico, con agua y lípidos para regenerar las estructuras dañadas. Además, podemos comenzar a introducir el retinol, que es un magnífico antiedad o utilizar los básicos imprescindibles de cualquier rutina: los proteoglicanos y el ácido hialurónico.
- Conviene realizar la visita a un profesional dermatólogo para que analice cuál ha sido nuestro daño solar después de haber tomado el sol durante las vacaciones. Con su diagnóstico profesional, podremos comenzar un tratamiento despigmentante que elimine manchas y trabaje las cicatrices cutáneas y vascularizaciones.
- Si durante el verano, el tabaco y el alcohol han formado parte de tu rutina, la experta recomienda que los reduzcas al máximo, ya que son dañinos para el organismo y envejecen todas las células del cuerpo. Por tanto, también es el momento de recuperar los buenos hábitos, en los que puedes incluir tratamientos estéticos a nivel corporal que exfolien, remodelen y liberen toxinas, como son los protocolos manuales.
CUIDADO CORPORAL AL COMPLETO
Una de las condiciones en las que más insisten los expertos es en no olvidarnos de que hay zonas del cuerpo que también han sufrido el daño solar y que, sin embargo, tienden a ser descuidadas durante la exposición y después del sol. Hablamos del cuello, el escote, los pies, las orejas, las manos y el cuello, unas partes que muchas veces no reciben protección solar ni tampoco rutinas de regeneración.
Para evitar el envejecimiento prematuro en estas zonas, la aparición de manchas, resequedad y arrugas, es importante insistir en su cuidado con cremas reparadoras que regeneren las células que componen las capas de sus tejidos cutáneos. Deben ser fórmulas enriquecidas con antioxidantes y vitaminas C y E para nutrir todas estas zonas en profundidad, al igual que lo haríamos con el resto del cuerpo.