El cuidado facial es mucho más que una cuestión estética; se trata de una inversión en la salud de nuestra piel, el órgano más grande y expuesto del cuerpo. Una rutina adecuada no solo protege la piel de agentes externos como la contaminación y la radiación solar, sino que también contribuye a prevenir problemas como el envejecimiento prematuro, la deshidratación o la aparición de enfermedades cutáneas.
Además, el cuidado constante y personalizado permite optimizar los beneficios de los productos dermocosméticos, logrando resultados visibles a corto y largo plazo. En un mundo donde la exposición a factores dañinos es constante, dedicar tiempo y atención al cuidado de la piel se ha convertido en un acto esencial para preservar su salud y belleza.
En este sentido, la farmacéutica especializada en dermofarmacia y creadora de contenido en redes sociales, Genoveva Lucena, conocida como @farmacialaesparteria, ha compartido en Instagram una lista de errores comunes en las rutinas de cuidado facial.
"Lavarse la cara solo con agua no sirve, el agua refresca, pero no limpia"
Uno de los puntos que Lucena destaca es la limpieza matutina de la piel. "Lavarse la cara solo con agua no sirve, el agua refresca, pero no limpia", comenta en su publicación. "Prueba tú a lavar una sartén con solo agua y verás qué tal se queda". Según la farmacéutica, usar un producto de limpieza adecuado por las mañanas es esencial para eliminar restos de sebo, sudor y contaminación acumulados durante la noche, asegurando que los productos aplicados después sean más efectivos.
Otro error habitual que señala es no usar protector solar todos los días o aplicarlo en cantidades insuficientes. "Hay gente que aún no se protege del sol, o lo hace de forma inadecuada", afirma Lucena, recordando que este producto no solo previene el envejecimiento prematuro, sino que también protege contra enfermedades más graves, como el cáncer de piel. "El protector solar es el paso imprescindible, haga sol o esté nublado, en verano o en invierno", insiste en su mensaje.
Lucena también aborda el uso incorrecto de productos con activos como el retinol, un ingrediente clave en muchas rutinas antienvejecimiento. "A menudo veo personas que usan retinol al 1% solo una o dos noches a la semana porque les irrita", explica la farmacéutica. En este sentido, la farmacéutica subraya que la consistencia y la tolerancia son fundamentales para lograr resultados, destacando la importancia de elegir concentraciones equilibradas que permitan el uso regular sin causar molestias. "Una rutina bien diseñada debe buscar el equilibrio entre eficacia y tolerancia", concluye Lucena, animando a sus seguidores a revisar sus hábitos y adaptarlos para obtener mejores resultados.