¿Es seguro congelar la leche materna? Esta es la opinión de una experta

La leche materna congelada, descongelada y que se vuelve a calentar puede contaminarse y perder compuestos bioactivos esenciales para la salud y el desarrollo del bebé

Congelar leche materna puede hacer que se pierdan sus compuestos (Foto. Freepik)
Congelar leche materna puede hacer que se pierdan sus compuestos (Foto. Freepik)
Carmen Bonilla
19 septiembre 2024 | 12:00 h
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Por cuestiones de optimización de tiempo, se puede caer en la tentación de congelar leche materna ‘para luego’. Muchas madres extraen la leche, la dejan en el congelador y tienen una reserva para poder usarla cuando vuelven de su trabajo o de los quehaceres del día a día. Sin embargo, esto no es para nada recomendable: la leche que se refrigera, congela, descongela y se calienta pierde sus propiedades. Además, este tampoco es el principal problema, pues es aún más preocupante el hecho de que se corre el riesgo de contaminación microbiológica durante la manipulación de la leche.

Así lo explica la doctora en química y divulgadora científica, Deborah García Bello, a través de su cuenta en Instagram (@deborahciencia), en la que ha compartido un post explicando por qué no es recomendable congelar la leche materna.

"La leche de bancos hospitalarios se somete a tratamientos como la pasteurización, para eliminar la contaminación microbiana"

Sin embargo, ante esta afirmación, es normal que surja una duda: ¿qué pasa con la leche materna que se dona a los bancos hospitalarios? La experta tiene clara la respuesta: “esta leche se somete a tratamientos como la pasteurización, para eliminar la contaminación microbiana”.

Además, es importante señalar que la temperatura ideal de conservación de la leche materna debería situarse por debajo de -20ºC. El problema radica en que, en los congeladores domésticos, apenas se alcanzan los -18ºC.

Por otro lado, no siempre se puede congelar inmediatamente después de la extracción, por lo que el riesgo de proliferación bacteriana aumenta. “A su vez, la puerta del congelador se abre y se cierra constantemente en casa, por lo que se aconseja consumir como máximo antes de seis meses”.

PÉRDIDA DE COMPUESTOS BIOACTIVOS

Aunque el perfil nutricional de la leche se mantiene prácticamente intacto, tanto en el hospital como en casa (se conservan las proteínas, los carbohidratos, los lípidos y casi todas las vitaminas, a excepción de la vitamina C, que se degrada), se pierden compuestos bioactivos, que son los que marcan la diferencia entre la leche de fórmula y la leche materna.

Lo más seguro para el bebé es desechar la leche cuando no se pueden mantener unas condiciones óptimas de higiene y conservación

“Sería como si se perdiese la parte ‘viva’ de la leche”. Algunos compuestos que se pierden son los probióticos, una serie de organismos vivos que conforman el microbioma, así como las inmunoglobulinas, el refuerzo del sistema inmunitario del bebé. Estos se estropean con el tiempo, cuando se rompe la cadena de frío y si la leche se congela y se calienta en casa.

Por último, es cierto que las guías sobre cómo manipular y conservar la leche materna son muy populares. No obstante, no están pensadas para que la leche no pierda tantas propiedades, sino más bien por una cuestión de seguridad alimentaria.

Con todo, pese a que la extracción de leche materna aún tiene sentido si se pretende mantener la producción, lo más seguro para el bebé es desecharla cuando no se pueden mantener unas condiciones óptimas de higiene y conservación.

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