Los productos de belleza son una inversión en nuestro bienestar y apariencia, pero para que cumplan con su función y no se estropeen antes de tiempo, es crucial almacenarlos correctamente. Muchas veces, la falta de organización o el desconocimiento sobre cómo guardarlos adecuadamente puede hacer que caduquen sin darnos cuenta o pierdan sus propiedades. Además, tener los cosméticos desordenados no solo dificulta su uso diario, sino que también puede generar acumulación de productos en mal estado que afectan negativamente nuestra piel o cabello.
En este artículo, te compartimos los mejores consejos para ordenar y conservar tus cosméticos, asegurando que se mantengan en óptimas condiciones y siempre a tu alcance.
Para asegurarte de que tus productos de belleza se mantengan en perfecto estado, es fundamental prestar atención al ambiente en el que los almacenas. Factores como la temperatura, la humedad y la exposición a la luz pueden afectar la estabilidad y eficacia de los ingredientes de los cosméticos.
Humedad y temperatura: Evita guardar tus productos en el baño, ya que la humedad y los cambios de temperatura pueden dañarlos. Es mejor elegir un lugar fresco y seco, como un cajón en el dormitorio. Algunos productos sensibles, como sérums o tratamientos, pueden beneficiarse de ser guardados en la nevera.
Luz solar: La exposición directa al sol puede degradar ingredientes activos como la vitamina C o los retinoides, así como alterar el color y el aroma de los productos. Lo mejor es almacenarlos en lugares oscuros y frescos.
Fecha de caducidad: Presta atención a la fecha de caducidad y al símbolo de "PAO", que indica el tiempo de uso seguro tras abrir un producto. Etiquetar los productos con la fecha de apertura te ayudará a llevar un mejor control.
Además, mantener los cosméticos organizados no solo te ayuda a encontrarlos fácilmente, sino que también evita que algunos productos queden olvidados y se estropeen. En este sentido, la dermatóloga, María Rogel, explica cuál es su forma de guardar los productos cosméticos para saber qué es lo que tenemos y no acumular productos innecesariamente.
1. Los productos de limpieza facial, como jabones, agua nuclear, aceites desmaquillantes, serían los primeros en nuestro cajón, todo lo que vayamos a usar en primer lugar de la rutina facial.
2. Productos que usamos tras la higiene facial, como tónicos, discos o exfoliantes faciales.
3. Después, productos de uso ocasional, como mascarillas faciales o parches.
4. A continuación, los productos en formato ampolla.
5. Luego irían los serums.
6. Las cremas faciales y de zonas concretas, como el contorno de ojos o bálsamos labiales.
7. Los productos de fotoprotección, da igual que sean faciales, corporales u en formato oral, serían los siguientes.
8. Y por último, guardaríamos los productos de cuidado corporal.
No obstante, a parte de almacenarlos en el lugar adecuado, hay algunos hábitos importantes que puedes adoptar para asegurarte de que tus cosméticos duren más tiempo en buen estado y sigan siendo efectivos:
Cerrar bien los envases: Asegúrate de cerrar los productos correctamente después de usarlos. Esto es especialmente importante para productos en crema, como bases o correctores, ya que el aire puede hacer que se sequen o pierdan sus propiedades.
No meter las manos en los envases: Evita usar los dedos para sacar producto de frascos o tarros, ya que puedes transferir bacterias. Usa espátulas, brochas limpias o aplicadores que puedas desinfectar fácilmente.
No agitar productos innecesariamente: Aunque a veces es tentador agitar productos líquidos como bases o esmaltes de uñas, hazlo solo cuando sea necesario, ya que agitar constantemente puede acelerar su degradación.
Limpiar regularmente los organizadores: Mantén los cajones, estantes y organizadores limpios. El polvo o la suciedad que se acumula puede afectar la calidad de los cosméticos, especialmente aquellos en polvo o con envases abiertos.