¿Sientes que tu pelo está apelmazado, graso y apagado? Estos son algunos errores que cometemos a la hora del lavado de pelo. Te contamos algunos trucos para lucir una melena perfecta.
Antes de lavar el pelo es recomendable cepillarlo para evitar los enredos y facilitar la aplicación del producto.
Dependiendo de la estación del año, nos duchamos con agua más caliente o más fría, pero la temperatura puede afectar a nuestro cabello. Debemos evitar el agua demasiado fría o demasiado caliente, lo ideal es agua tibia y acabar el aclarado con el agua lo menos caliente posible para cerrar las cutículas.
Existen gran cantidad de cabellos y no todos necesitan ser lavados con la misma frecuencia y la misma intensidad
¿Cómo lavas tu pelo? Lo ideal es lavar primero el cuero cabelludo con champú, de forma suave para no activar la producción de grasa. Las zonas medias y bajas no tienen por qué tener grasa por lo que lavarlas con la espuma que cae, es suficiente.
Lavar el pelo todos los días no es malo. Existen gran cantidad de cabellos y no todos necesitan ser lavados con la misma frecuencia y la misma intensidad.
El champú y acondicionar son imprescindibles, la mejor opción es que sean orgánicos y no tengan sulfatos. El champú Botanical Repar Strengthening de Avenda, repara el cabello dañado y elimina el exceso de sebo. El acondicionador, Cherry Almond Softening Conditiones, restaura la suavidad del cabello y aporta brillo.
Por último, pero no menos importante, secar el cabello de forma correcta es fundamental. Frotar la toalla con movimientos bruscos es un error, debemos apretar pero no en exceso, simplemente para retirar la abundancia de agua y humedad.