Tomar el sol de forma controlada nos reporta muchos beneficios, entre ellos, la producción de vitamina D. Con tan solo 15 minutos de exposición nuestro cuerpo tendrá tiempo suficiente para producirla, unos minutos que también bastarán para que nuestros melanocitos pigmenten nuestra piel sin necesidad de pasar horas bajo el sol y asumir el riesgo de sufrir quemaduras y daño solar.
Sin embargo, la bajada de las temperaturas nos avisa de que estamos dejando atrás los días de verano. Nuestra piel también nos da cuenta de ello con la pérdida progresiva del bronceado que habíamos adquirido durante los meses de más calor y comenzamos a vernos más pálidas y con la piel apagada. Estos es algo a lo que muchas de nosotras no queremos renunciar, pero durante estos días, el sol es menos intenso y puede costarnos un poco más coger algo de color.
Una de las posibles soluciones que más fuerza está cobrando frente a este problema son las gotas autobronceadoras para la piel. Ya habíamos oído hablar de los autobronceadores para poder aplicarnos desde casa, pero este formato presentado en forma de sérum se está convirtiendo en tendencia por ofrecernos diferentes soluciones, todas en un mismo producto. ¿Quieres saber de qué se trata? ¡Te lo contamos!
AUTOBRONCEADORES EN FORMA DE GOTAS
Las gotas autobronceadoras se presentan como un líquido de textura oleosa o fluida destinado a aumentar la intensidad del color natural de la piel. Aunque sus resultados se potencian con los rayos del sol, también pueden apreciarse con la mera aplicación del producto, consiguiendo un tono más dorado y luminoso en el rostro. Son ideales para utilizar junto a tu crema hidratante o a modo de primer para facilitar la aplicación de la base de maquillaje, al mismo tiempo que protegen de los radicales libres. Por lo que son muy válidas para incluirlas en tu rutina de belleza, consiguiendo un resultado muy natural y uniforme en todo el rostro, aportándote la luminosidad característica de los días de verano.
En función de la cantidad de producto que apliquemos, obtendremos un moreno más o menos intenso
Además, existen dos tipos de fórmulas: las de bronceado instantáneo o gradual, así que puedes elegir las que más se adapten a tus necesidades. En cualquier caso, las gotas autobronceadoras son, sin duda, una forma de conseguir el moreno deseado sin poner en peligro la piel con exposiciones prolongadas y que puedes utilizar durante todo el año. El hecho de que debas aplicarlas junto a tu crema hidratante, sérum o primer hace que sigas hidratando tu piel después de someterla a un proceso de pigmentación, pero sin alterar los pasos de tu rutina.
¿CÓMO APLICARLAS?
Las instrucciones de uso de las gotas autobronceadoras indican que debemos mezclar unas cuantas gotas de producto junto a nuestra crema hidratante habitual, sérum o primer para asegurarnos de que quedan bien extendidas por todo el rostro y garantizar un resultado homogéneo. Eso sí, debemos hacerlo siempre sobre la cara bien limpia o exfoliada, para garantizar la eficacia del bronceado y por la propia salud de la piel. Después, es cuestión de tiempo que comiences a notar los resultados.
No tengas miedo de desmaquillarte, ya que el bronceado no se irá con el lavado de la cara, simplemente debes ser constante con la aplicación de las gotas para lucir un moreno radiante en invierno. Recuerda que si quieres que el proceso sea más rápido, puedes agilizar el efecto tomando un poco de sol, aunque no debes olvidarte de aplicar crema solar como de costumbre.
El efecto de las gotas autobronceadoras no se desvanece con el desmaquillado
Lo que debes saber a la hora de aplicarte las gotas es que la cantidad de producto utilizada va a definir el tipo de moreno que consigas:
- Con 4 gotas, obtendrás un bronceado suave.
- Con 6 gotas, lograrás un tono dorado.
- Con 8 gotas, alcanzarás un bronceado intermedio.
- Con 12 gotas, será un moreno oscuro.