Cirugía para conseguir hoyuelos: así se realiza la intervención de moda

Tener hoyuelos es cuestión de genética, pero ahora es posible tenerlos con una simple cirugía menor que tan solo requiere anestesia local y un par de días de recuperación.

Mujer con hoyuelos (Foto. Freepik)
Mujer con hoyuelos (Foto. Freepik)

Los hoyuelos son unas pequeñas hendiduras a los lados de las mejillas. La causa de su aparición está en las diferencias por la anatomía de los músculos faciales y de la piel. Es un rasgo muy común en bebés y niños pequeños que, tiende a desaparecer con el paso del tiempo. Es una cuestión de genética pero muchas personas ansían tener este rasgo hasta el punto de someterse a procedimientos estéticos para obtener hoyuelos artificiales.

Muchas personas lo consideran un signo de especial atractivo o apariencia más juvenil. Por eso, las cirugías estéticas para simular tener hoyuelos cada vez son más comunes. Además, se trata de un procedimiento con un riesgo muy bajo y efectos secundarios leves. En general, la mayoría de las personas que se someten a esta intervención quedan satisfechas con los resultados y pueden retomar su vida cotidiana tras un par días.

¿ EN QUÉ CONSISTE EL PROCEDIMIENTO?

La cirugía plástica de hoyuelos, también recibe el nombre de dimpleplastia, es un procedimiento rápido y sencillo que no requiere una preparación especifica. Más allá de los requerimientos normales como dormir bien o evitar medicamentos que puedan interactuar con la anestesia.

Para la intervención, el primer paso es delimitar la ubicación donde se situará el hoyuelo, Después, el cirujano administra anestesia local.

La higiene bucal tras la operación es crucial para prevenir infecciones

La manera de crear los hoyuelos puede variar, según la técnica empleada, el cirujano puede inyectar una aguja en el sitio del hoyuelo y cortar los músculos debajo de la piel e insertar una sutura. Esta sutura conecta el músculo subyacente con la capa externa de la piel. Con la puntada, se crea la apariencia de un hoyuelo y evita la necesidad de eliminar cualquier tejido.

Una alternativa a este método de sutura implica crear una cicatriz en la capa externa de la piel. Esta técnica comienza con una incisión que un cirujano crea con una cuchilla quirúrgica. A continuación, conecta la cicatriz resultante a los músculos debajo de la piel a través de un nudo quirúrgico.

El procedimiento es tan leve que los pacientes reciben el alta el mismo día de la operación. En cuanto a la duración, dependerá del procedimiento elegido.

RECUPERACIÓN

Tras la operación, los expertos recomiendan llevar una higiene bucal adecuada para evitar infecciones. En ese sentido, también aconsejan evitar sonreír durante dos semanas tras la cirugía. Entre los medicamentos necesarios para el posoperatorio, son cruciales los antibióticos, analgésicos para aliviar el dolor y antiinflamatorios para lidiar con las molestias del procedimiento. En relación a la hinchazón, es muy común que se presente una ligera hinchazón después de la cirugía, pero se puede tratar con frío local.

Generalmente, la mayoría de los pacientes pueden volver a sus actividades normales después de unos días. Aunque no suele ser normal sufrir complicaciones, algunos de los riesgos incluyen cicatrización, dolor, infección y hemorragias. No obstante, ante un cuadro de molestias severas o supuraciones, sangrado y dolor agudo, conviene consultar con un profesional de la salud.

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