La niacinamida es una vitamina con múltiples propiedades para la piel. Rosa Roselló, directora de formación de Druni, nos desvela todos los secretos de este activo, cada vez más presente en los productos de belleza.
La niacinamida es la forma activa de la vitamina B3. "Entre sus beneficios destacan dos aspectos principales. Por una parte, la regulación de la producción de sebo y grasa, ya que tiene propiedades seborreguladoras. Por otra, la mejora de la función barrera de la piel, al reducir la pérdida de agua y fomentar así la hidratación. Además, la niacinamida mejora el aspecto de las líneas de expresión y arrugas finas, al aumentar la producción de colágeno y elastina; actúa como despigmentante y mejora el tono de la piel; y protege del estrés oxidativo que provocan los rayos UV o la contaminación, porque también es antioxidante", explica Rosa Roselló.
Su gran ventaja es su tolerancia, convirtiéndose en un activo útil y eficaz para todo tipo de pieles que se puede aplicar tanto en la rutina de día como en la rutina de noche
¿Cómo se usa la niacinamida? La vas a encontrar en sérums, cremas hidratantes, tratamientos antiarrugas, mascarillas, etc, generalmente acompañada de otros activos. Suele estar presente en concentraciones entre 2 y 5% pero también podemos encontrar concentraciones más elevadas de hasta el 15%.
"Su gran ventaja es su tolerancia, convirtiéndose en un activo útil y eficaz para todo tipo de pieles que se puede aplicar tanto en la rutina de día como en la rutina de noche. Resulta, especialmente recomendable, para pieles con acné e imperfecciones como poros dilatados, pieles sensibles con rojeces e irritaciones, y pieles con manchas y primeras arrugas", apunta Rosa Roselló.