Nuestra piel puede convertirse en nuestra peor enemiga si no la protegemos como debemos.
Tal y como explica la Sociedad Americana de Cirujanos Plásticos, es importante reconocer que nuestra piel refleja nuestra salud interior. ''Cuando estamos deshidratados, la piel está pálida y arrugada; cuando comemos demasiada sal, se hincha; cuando nos faltan ciertos nutrientes, la barrera de la piel puede romperse y tardar en sanar. Casi todas las enfermedades conocidas, incluida la mayoría de los cánceres, pueden tener algún efecto en la piel'', detallan desde la Sociedad.
La vitamina C es esencial para la producción de colágeno, que es el principal soporte estructural de la piel
''A veces, el estrés puede hacer que dañemos nuestra piel sin darnos cuenta. Y es que, nuestro cuerpo libera cortisol y otros factores inflamatorios que pueden provocar la pérdida y adelgazamiento del cabello, acné, rosácea, psoriasis, eccema y urticaria. Las personas que tienen afecciones inflamatorias crónicas de la piel pueden tener brotes cuando están bajo estrés'', añaden desde la Sociedad Americana de Cirujanos Plásticos.
CUIDADO DE LA PIEL PARA COMBATIR EL ESTRÉS
''De adentro hacia afuera, los pacientes a menudo preguntan sobre los suplementos y el cuidado de la piel. Si bien ciertas deficiencias de vitaminas pueden provocar erupciones en la piel, la mayoría de las dietas saludables mantienen nuestros niveles de vitaminas lo suficientemente altos como para prevenirlas'', señala la Sociedad Americana de Cirujanos Plásticos.
La vitamina C es esencial para la producción de colágeno, que es el principal soporte estructural de la piel. Se sabe que la vitamina A reduce el sebo (un aceite de la piel) y reduce los poros bloqueados. Por otro lado, comentan, ''se ha sugerido que la vitamina D es integral para reducir la inflamación de la piel. La vitamina D se encuentra solo en unas pocas formas dietéticas, pero se produce en la piel. A niveles séricos normales, puede ayudar a prevenir el cáncer de piel, reducir el acné y la rosácea y otras enfermedades inflamatorias y puede proteger contra la caída del cabello''.
Para el rostro, existen varios cosméticos que se enfocan en diferentes aspectos de la salud de la piel. El retinol, que es un derivado de la vitamina A, es uno de los tratamientos más efectivos para el acné y las arrugas. Agregar retinol en dosis bajas a la rutina diaria aumenta la renovación de la piel, reduce las imperfecciones y mejora la suavidad de la piel.
Por último, ''la hidratación es vital para una piel sana. Cuando la piel está demasiado seca, puede agrietarse y volverse susceptible a infecciones locales, dermatitis e irritación'', concluye la Sociedad Americana de Cirujanos Plásticos.