El ácido kójico es un químico producido a partir de diferentes tipos de hongos y un subproducto de la salsa de soja fermentada y el vino de arroz; además, a veces se usa en la industria alimentaria como conservante natural.
Así mismo, el ácido kójico se usa en productos de salud y belleza para aclarar la piel y tratar afecciones como daño solar, cicatrices y manchas de la edad y se utiliza con mayor frecuencia en productos cosméticos, como cremas, lociones, sueros y en algunos jabones.
Los beneficios de utilizar este tipo de productos son numerosos. Entre ellos destaca el efecto antienvejecimiento ya que, los productos que contienen ácido kójico, pueden aclarar la piel, lo que hace mejorar el aspecto de las manchas de la edad y el daño solar y hacer que la reducción de las manchas oscuras puede tener un efecto antienvejecimiento. Por otro lado, el ácido kójico también puede ser útil para disminuir el melasma, que es el oscurecimiento de la piel debido al embarazo.
Así mismo, disminuye la apariencia de las cicatrices. Aunque el ácido no mejora el grosor del tejido cicatricial, puede reducir la pigmentación oscura asociada con ciertos tipos de cicatrices y aligerar la cicatriz puede hacerla menos notoria.
El ácido kójico se usa en productos de salud y belleza para aclarar la piel y tratar distintas afecciones
En este sentido, también se cree que el ácido kójico tiene algunos beneficios antimicóticos y puede ser útil para prevenir y tratar ciertas infecciones fúngicas, como el pie de atleta y las infecciones por hongos. Además, tiene efectos antibacterianos que ayuda a disminuir las posibilidades de desarrollar tipos comunes de infecciones bacterianas de la piel.
Por otro lado, aunque el uso de productos que contienen ácido kójico pueden considerarse seguros para la mayoría de las personas, existen algunos riesgos y posibles efectos secundarios.
Por ejemplo, el uso de ácido kójico puede hacer que alguien sea más propenso a desarrollar una quemadura solar ya que la melanina ayuda a proteger la piel del daño solar debido a los rayos UV y, como este previene la producción de melanina, deja la piel más vulnerable a las quemaduras solares.
También puede provocar dermatitis de contacto en algunas personas, especialmente en aquellas con piel sensible. La dermatitis de contacto puede causar sarpullido, picazón y sequedad en la piel y, en casos severos, pueden desarrollarse dolor y ampollas.