Verrugas genitales o papilomas cutáneos: te contamos cómo identificarlos y cuál es su tratamiento

Tanto las verrugas genitales como los papilomas cutáneos se eliminan en su mayoría por cuestiones estéticas

Mujer con verrugas genitales. (Foto: Freepik)
Mujer con verrugas genitales. (Foto: Freepik)
14 septiembre 2024 | 10:00 h
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Identificar y tratar las verrugas genitales y los papilomas cutáneos puede parecer una tarea complicada, pero ya te adelantamos que no es así. De hecho, su aspecto es totalmente diferente, aunque siempre un profesional sanitario será quien tenga la última palabra al examinar cualquier crecimiento nuevo en la piel.

Las verrugas genitales presentan las siguientes características, aunque su aspecto puede ser muy diferente dependiendo de cada persona. Y si esperas algún síntoma específico, la respuesta es que no lo tiene:

  • Pueden aparecer solas o en racimos que se parecen un poco a una coliflor.
  • Pueden tener distintos colores, pero a menudo adoptan un color de piel específico que las rodea u oscurece ligeramente.
  • Pueden ser firmes o blandas.

Por su parte, los papilomas cutáneos pueden tener una color similar, aunque sí presentan grandes diferencias con las verrugas genitales:

  • Pueden mostrar signos de enrojecimiento, decoloración o irritación.
  • Suelen ser blandos y se adhieren a un tallo carnoso conocido como pedúnculo.
  • Suelen ser pequeños, pero pueden crecer de 2 a 5 centímetros.
  • Suelen encontrarse en pliegues de la piel, como el cuello, las axilas o la ingle, donde el roce es más frecuente.

UNA VEZ IDENTIFICADAS… ¿CUÁLES SON LAS OPCIONES DE TRATAMIENTO?

Aunque existen varias opciones de tratamiento, debes saber que no siempre es necesario. Y es que, según informan desde Medical News Today, la decisión de eliminar las lesiones suele estar motivada por razones estéticas o de belleza personal, más que por cuestiones de salud. Aún así, tanto las verrugas genitales como los papilomas cutáneos, se pueden tratar:

En el tratamiento de las verrugas genitales podemos encontrar tres opciones, recomendadas por los profesionales sanitarios cuando es necesario:

  • Aplicación tópica. Se pueden utilizar pomadas, líquidos o cremas especiales.
  • Crioterapia. Este método implica congelar las verrugas, generalmente a través de varias sesiones.
  • Extirpación quirúrgica. El procedimiento consiste en adormecer la zona con un anestésico y luego extirpar las verrugas utilizando un bisturí, láser o calor.

En cualquier caso, el tratamiento específico que se elige depende de la apariencia y ubicación de las verrugas. Además, es frecuente que las verrugas genitales vuelvan a aparecer incluso después del tratamiento, y el VPH puede seguir transmitiéndose entre personas, aunque las verrugas ya se hayan resuelto. Y, si hablamos de personas que han tenido verrugas genitales con anterioridad, recordamos que corren el riesgo de experimentar recurrencias debido a una reinfección o a la reactivación del virus.

Los papilomas cutáneos, que suelen ser benignos, no requieren tratamiento médico en la mayoría de los casos. Sin embargo, algunas personas optan por eliminarlos, principalmente por razones estéticas o porque causan molestias con el roce de la ropa:

  • Crioterapia y extirpación quirúrgica. Ambas técnicas, similares a las utilizadas para las verrugas genitales, son eficaces para la eliminación de papilomas cutáneos.
  • Electrocirugía. Este procedimiento utiliza corriente eléctrica para eliminar los papilomas.
  • Ligadura. Un método menos común pero efectivo consiste en atar una banda alrededor de la base del papiloma, lo que interrumpe el flujo sanguíneo y provoca su caída eventual.

Y por último, no debemos olvidarnos de la importancia de eliminarlas única y exclusivamente mediante alguno de estos tratamientos. Por eso recordamos que las personas no deben internar eliminar los papilomas cutáneos por su cuenta, ya que esto podría causar complicaciones como infecciones, cicatrices o hemorragias.

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