Estos son los problemas sexuales más comunes a partir de los 60 años que no deberían frenarte

El sexo está recomendado en personas mayores, ya que es una forma de mantenerse sexualmente activos y de liberar endorfinas que relajan el cuerpo y alivian el dolor

Pareja de personas mayores (Foto. Freepik)
Pareja de personas mayores (Foto. Freepik)
28 octubre 2023 | 22:00 h

Nunca es tarde para disfrutar del sexo. A pesar de los tabús y de algunos factores culturales, las personas con más de 60 años no deberían renunciar a su sexualidad ni a todos los beneficios que reporta. Sin embargo, la Encuesta Nacional de Salud Sexual elaborada ya hace más de una década (2009) arrojaba que sólo el 62,3% de los hombres españoles eran sexualmente activos, mientras que en las mujeres la cifra bajaba al 37,4%. Aunque no se cuenta con los datos actualizados, hoy venimos a analizar los factores que influyen en el freno de la actividad sexual a partir de la tercera edad.

BENEFICIOS DEL SEXO A PARTIR DE LOS 60

Mantener relaciones sexuales consentidas en pareja lleva asociados unos beneficios, independientemente de la edad a la que se produzcan. No obstante, el sexo está muy indicado a partir de los 60 años, ya que es una forma de mantenerse activos. De hecho, previene el riesgo de padecer obesidad y recude las posibilidades de desarrollar problemas cardiovasculares y cardiorresppiratorios, siempre y cuando no se empleen fármacos para aumentar la potencia sexual.

Asimismo, disminuye el riesgo de desarrollar cáncer de próstata en hombres, las endorfinas liberadas ayudan a aliviar el dolor crónico que padece gran parte de este grupo generacional y a ganar sensación de relajación. Al mismo tiempo, mejora las relaciones de pareja. Incluso algunos estudios han concluido que los mayores sexualmente activos mejoran su funcionamiento cognitivo. Por todos estos factores, las personas maduras que no renuncian al sexo suelen vivir con un mayor grado de felicidad.

PROBLEMAS SEXUALES MÁS COMUNES A PARTIR DE LOS 60

Como hemos visto, el sexo puede resultar muy positivo para la salud, ya que es actividad física que nos invita a mover el esqueleto y a aprovecharnos de los procesos químicos que ocurren en nuestro organismo. Sin embargo, según avanzan los años, es normal que aparezcan problemas de salud por culpa de los achaques de la edad y, consecuentemente, pueden manifestarse los siguientes problemas:

- Bajada de la libido: este fenómeno, caracterizado por una reducción o ausencia del deseo sexual, ocurre más frecuentemente en mujeres a raíz de la menopausia, pero también puede aparecer en los hombres. Llegadas a estas edades, muchas personas sienten que el sexo ya no es para ellas, muchas veces influenciadas por sus valores más conservadores, o por otros factores, como el dolor crónico que va apareciendo con el paso del tiempo y otras patologías, la disminución de la masa muscular, de la resistencia y la pérdida de calidad de sus órganos sexuales.

Según varios estudios, los hombres activos sexualmente reducen las posibilidades de desarrollar cáncer de próstata

Sin embargo, todo tiene solución. Simplemente hay que atender a la causa de esa bajada de la libido y buscar nuevos puntos de estimulación en pareja, quizá aportando más mimos y nuevas formas de innovar en la cama. En este punto, la comunicación entre los miembros y la psicología ayudan a abrir y superar las posibles inseguridades, también a buscar alternativas con las que seguir disfrutando de un sexo apetecible y placentero.  

- Dolor coital: al igual que con los años el cuerpo va sufriendo una atrofia, los órganos sexuales también pueden verse afectados. Por ejemplo, la atrofia de la vagina y la sequedad es una de las causas más comunes. Cuando el dolor coital es superior al placer obtenido durante las relaciones sexuales, es normal que aumente la pérdida de la libido y que, consecuentemente, la persona termine renunciando al sexo. Para hacer frente a este problema, es recomendable acudir al ginecólogo, al urólogo, al fisioterapeuta o al psicólogo, que seguro que podrán ayudarnos a mejorar los síntomas.

- Sequedad vaginal: con la disminución de la función ovárica durante la menopausia y una reducción en la producción de estrógenos, el flujo vaginal puede llegar a desaparecer. Esto influye directamente en el dolor de las relaciones sexuales y en la atrofia de la vagina, así como puede provocar otros síntomas, tales como picazón, escozor y molestias. Para paliar estos problemas, se puede recurrir a las cremas de colágeno que reparan la piel de la vagina, así como al uso de los lubricantes durante las relaciones sexuales. Los ejercicios para fortalecer el suelo pélvico también están indicados para reforzar la musculatura de la zona y prevenir su envejecimiento, un hecho que ayudará a las mujeres a disfrutar más del sexo y de prevenir su atrofia vaginal, causante de otros problemas. Entre ellos, la incontinencia urinaria y el desprendimiento de la vejiga.

- Disfunción eréctil: consiste en el retraso o la imposibilidad de la eyaculación, una condición que puede estar motivada por problemas cardiovasculares, metabólicos y otros asuntos relacionados con la edad, como alteraciones neurológicas y algunos fármacos. La disfunción eréctil se relaciona muchas veces con la reducción de la libido, pues además, según van cumpliendo años los hombres producen menos testosterona. No obstante, existen tratamientos eficaces para revertir esta situación, por lo que es aconsejable acudir al médico para que valore el trastorno y que ofrezca las posibles soluciones clínicas.

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