Sentir dolor durante las relaciones sexuales es un problema cada vez más visibilizado, aunque no siempre se habla sobre ello, ni mucho menos se consulta con el especialista. Aunque esta condición puede afectar a mujeres en cualquier momento vital, en edades avanzadas a veces se asocia (erróneamente) a una parte inevitable del envejecimiento. Pero “el dolor en las relaciones sexuales no debe normalizarse en ninguna etapa de la vida”.
Así lo explica para Estetic la Dra. Miriam Al Adib Mendiri (@miriam_al_adib en Instagram), ginecóloga, obstetra y madre de cuatro hijas. También es autora de ‘Cuando las hormonas se desmadran’, un libro en el que aborda el equilibrio hormonal de las mujeres y las posibles alteraciones que pueden aparecer, con consecuencias en múltiples áreas de la salud, incluida la sexualidad.
El dolor durante las relaciones sexuales, también conocido como dispareunia o trastornos del dolor sexual femenino (TSD), puede estar provocado por causas muy heterogéneas. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), su prevalencia se sitúa en un 8 – 22% entre la población femenina, con una incidencia que asciende al 35% en las mujeres que atraviesan el puerperio.
“El dolor en las relaciones sexuales no debe normalizarse en ninguna etapa de la vida”
En la menopausia, la incidencia de la dispareunia femenina también puede incrementarse por desajustes hormonales. El déficit de estrógenos, el cual puede provocar sequedad y atrofia genitourinaria, es el principal responsable. Pero es que esa caída en los niveles de estrógenos puede desencadenar el síndrome genitourinario, dando lugar a síntomas como el dolor durante el acto sexual.
Una mujer puede identificar que algo no va bien “si experimenta dolor durante las relaciones sexuales de forma persistente o recurrente”. La ginecóloga aclara que “la dispareunia no es un diagnóstico, sino un síntoma”, por lo que “si existe un síntoma, es necesario encontrar la causa o causas que lo provocan”. Bajo esta premisa, cobra aún más fuerza concienciarse sobre que “no es normal sufrir dolor durante las relaciones sexuales”.
Así pues, en pacientes con dispareunia, es importante “buscar ayuda médica”. De esta forma, las mujeres podrán acceder a un tratamiento o abordaje adecuado a su situación individual: “Hay muchos tratamientos para la dispareunia, pero hay que individualizar según cada caso”, expone. Para ello, antes habría que hacer un buen diagnóstico diferencial que permita conocer “qué está ocurriendo y así poner el tratamiento preciso”.
"La dispareunia no es un diagnóstico, sino un síntoma"
Y es que los factores que pueden motivar la presencia de dolor durante las relaciones sexuales son de diversa índole, pues su naturaleza puede ser física, psicológica o emocional. Entre los más comunes, la doctora destaca la falta de lubricación, las infecciones, el liquen vulvar, traumatismos previos, problemas funcionales del suelo pélvico, problemas de pareja o trastornos emocionales.
“Todos los problemas que puedan ocurrir tienen tratamiento, si tienes dolor hay que consultar para dar la solución”, recuerda la experta. De todas las posibles, se encuentran el tratamiento local con estrógenos, los precursores hormonales en óvulos o crema y los tratamientos regenerativos no hormonales. También pueden plantearse los tratamientos ginecológicos, la fisioterapia de suelo pélvico o los tratamientos multidisciplinares… La cuestión es que hay muchas vías posibles para tratar la dispareunia, pero “hay que individualizar según cada caso”.
La ginecóloga anima a consultar con su especialista a aquellas mujeres que presenten dolores durante las relaciones sexuales de forma persistente, pues “podría ser indicativo de un problema subyacente”. Además, llama a desterrar mitos y tabúes sobre este tema para “garantizar la salud sexual y el bienestar de las mujeres”, algo que puede conseguirse simplemente a través de la comunicación abierta y honesta.