La educación sexual es un aspecto fundamental de la sociedad y, pese a lo que se suele pensar, no tiene que ver del todo con las relaciones sexuales. Se trata de un término que va mucho más allá del sexo, pues engloba todo lo relacionado con el autoconocimiento, cambios en el propio cuerpo a lo largo de los años o, incluso, educación emocional. Sin embargo, pese a su importancia y aunque cada vez vamos siendo más conscientes de que la necesitamos, continúa siendo un punto a mejorar en España.
“El significado de ‘sexual’ hace referencia a hombres y mujeres, no tanto a las relaciones sexuales. Partiendo de esta base, no tiene sentido que, cuando un niño nace, no se le eduque sobre cómo es, cómo se siente o cómo va a cambiar su cuerpo”, explica para Estetic.es la sexóloga Nayara Malnero. Precisamente, al no educar desde pequeños sobre aspectos como los sentimientos o los cambios corporales, aparecen los problemas de autoestima, de relaciones con los demás o de comunicación.
De hecho, la falta de educación sexual afecta al desarrollo psicológico y emocional de los adolescentes. “No les damos preparación, y se les bombardea con erótica, estímulos en múltiples canales o pornografía, un contenido que comienzan a ver desde los ocho años, cuando aún no saben qué es eso”. Esto podría estar detrás de que, como indica la experta, España sea el país de Europa a la cabeza en embarazos no deseados adolescentes y con elevados índices de enfermedades de transmisión sexual.
“No les damos preparación, y se les bombardea con erótica, estímulos en múltiples canales o pornografía, un contenido que comienzan a ver desde los ocho años, cuando aún no saben qué es eso”
Esto es así porque, más allá de la falta de educación sexual en cuanto al autoconocimiento, tampoco se educa en relaciones sexuales. “Por ejemplo, no podemos prevenir el abuso sexual si los niños no saben ponerle nombre a sus genitales, qué es correcto y qué no o dónde están los límites. Sin educación sexual tampoco podemos conocer qué métodos de protección ante enfermedades de transmisión existen, o cómo son las vías de transmisión”.
En este último aspecto, la experta señala el importante papel de los médicos, unos profesionales que, actualmente, no cuentan con la formación necesaria para impartir educación sexual. “A veces parece que la sexualidad no es una esfera de nuestra salud, y es tan importante como otras. El problema empieza desde el sistema sanitario: los profesionales no tienen ninguna formación, lo que provoca que los niños acudan a los influencers y personalidades no cualificadas para educar”.
Además, en las escuelas, tampoco se educa ni existen los educadores sexuales, “una figura que no está reglada en España, pese a que la educación sexual sí está legislada”. NayaraMalnero señala que, pese a ser obligatoria, la mayoría de centros educativos no imparten esta educación. “No existen diferencias con respecto a la educación sexual impartida en las escuelas en la actualidad con la de hace diez años.
Pese a todo, las familias sí son cada vez más conscientes del problema, aunque no saben cómo abordarlo o lo hacen mal. “Todo ello hace que, al final, se acaben encargando los medios de comunicación, la pornografía o las películas y la música”.
“Países como Dinamarca o Noruega son, de hecho, los países donde tienen la edad de inicio de relaciones sexuales más tardía, y donde tienen embarazos no deseados y tasas de ITS más bajas”
¿CÓMO PODEMOS MEJORAR?
La experta señala que, para integrar la educación sexual en el ámbito escolar de manera efectiva, es importante que el profesorado y los directivos de los centros educativos reciban formación obligatoria. “Por ejemplo, si se tiene formación, con tres minutos y cuatro preguntas podemos ayudar a detectar una situación de maltrato, y sabremos actuar ante situaciones de violencia”.
Finalmente, la sexóloga sugiere seguir el ejemplo de los países del norte de Europa, donde los programas de educación sexual son más efectivos. “Países como Dinamarca o Noruega son, de hecho, los países donde tienen la edad de inicio de relaciones sexuales más tardía, y donde tienen embarazos no deseados y tasas de ITS más bajas”, concluye la experta. Todo ello demuestra que, con una educación sexual efectiva, podremos solucionar uno de los mayores problemas de nuestra sociedad.