Aunque las películas nos hayan intentado convencer de lo contrario, las relaciones sexuales no son perfectas, y por mucho que nos empeñemos en que algo tenga que salir bien, no quiere decir que vayamos a conseguirlo. ¿Por qué? Porque en nuestra sexualidad intervienen factores fisiológicos y hormonales, así como otras variantes que también tienen que ver con nuestro día a día.
Uno de los problemas sexuales de los que más hemos oído hablar y que afectan a los chicos son los gatillazos. En realidad, suelen ocurrir de forma puntual, pero hay que saber distinguirlos de la disfunción eréctil para detectar posibles trastornos y sus causas. Sin embargo, muchas veces la falta de visibilización y las masculinidades frágiles hacen que todavía siga siendo un tema tabú del que queda mucho por aprender. ¿Sabrías cómo afrontar la situación de forma saludable?
¿QUÉ ES UN GATILLAZO?
Un gatillazo se produce cuando un hombre es incapaz de mantener la erección en un momento puntual de la relación sexual, antes de que ocurra la eyaculación. Este fenómeno es más frecuente, normalmente, en los hombres maduros y está ligado a una causa psicológica, en la que el estrés queda estrechamente relacionado con la pérdida de apetito sexual. Otros factores, como una alimentación poco saludable, el estado de ánimo el consumo de alcohol y sustancias estupefacientes pueden influir, así como el consumo de algunos fármacos, también podrían estar implicados.
A menudo, sufrir un gatillazo genera problemas de pareja ante los pensamientos de si la otra persona le excita lo suficiente o de si uno cumple realmente con las necesidades sexuales de su pareja. Y en otros casos, este fenómeno entorpece la mente y genera impotencia con uno mismo. Sin embargo, los expertos señalan que los chicos que sufren este fenómeno no deberían darle mucha más importancia, ya que es un problema puntual incomparable a la disfunción eréctil.
El hombre “no es una máquina sexual que siempre funciona perfecto”
Ya que entramos en materia, debemos explicar que la disfunción eréctil se da, precisamente, cuando un hombre no puede mantener una erección lo suficientemente firme como para practicar sexo, imposibilitando el acto sexual por completo. Este trastorno sí es motivo de consulta con el especialista para atender a las causas que lo están provocando y para tratar de ponerle solución, ya que suele darse de forma recurrente. También podría ser motivo real de problemas de pareja.
¿CÓMO ACTUAR EN CASO DE GATILLAZO?
Cuando un chico vive un gatillazo, es comprensible que sienta frustración. Sin embargo, el poder está en su mente. Nayara Malnero, sexóloga, psicóloga y experta en terapia de pareja, más conocida en redes sociales como ‘Sexperimentando’, lo compara con “los tipos de moteros: están los que se han caído de la moto y los que se van a caer”. Se refiere a que los gatillazos son bastante comunes y, quien no lo ha sufrido ya, es probable que lo sufra en el futuro.
Como experta en sexualidad, quiere concienciar a través de Instagram de que este problema puntual es normal porque el hombre “no es una máquina sexual que siempre funciona perfecto” y no se puede mantener activo durante todo el acto sexual. Tener un mal día, la presión de hacerlo bien o cualquier otro motivo podrían estar detrás del estrés emocional que causan el gatillazo. Así que, la forma correcta de actuar para no sumarle importancia y afectar aún más al gatillazo es “enfocarte en ese momento en dejar tu erección a un lado”. Si lo haces, puedes derivar en una disfunción eréctil, “así que céntrate en disfrutar, en hacer otras cosas, en calmarte, y ya verás cómo va rodado”, explica la experta.