El verano cada vez está más cerca y con él, vuelve la “cistitis”, uno de los términos médicos más escuchados y temidos por muchas mujeres. Es la inflamación de la vejiga a causa de una infección resultado de la hiperpoblación de una bacteria con el nombre Escherichia coli o E. coli, y domicilio en tracto gastrointestinal y alrededor del ano. Hacen su aparición cuando estos patógenos emigran desde la zona de recto hasta la uretra.
Ante ello, hablamos con el ginecólogo integrativo y colaborador de MARNYS, Joan Matas, que distingue entre dos tipos de cistitis: La aguda, cuya aparición es súbita, repentina y está causada por la bacteria E.Coli. Y la intersticial, que tiene un carácter crónico y produce dolor en vejiga y pelvis.
De igual manera, los síntomas incluyen:
- Molestias en la vejiga y al orinar
- Orina turbia y con un olor fuerte
- Ardor en la zona íntima
- Dolor durante las relaciones sexuales
- Micción, ganas de orinar con frecuencia
El origen de esta incidencia se relaciona con problemas de la microbiota genital, las defensas vaginales. En ocasiones, el pH íntimo puede ser más alcalino, lo que favorece la aparición de estas infecciones a causa de la sobrepoblación de bacterias.
DEFENSAS VAGINALES
Matas nos cuenta que el origen de unas defensas urogenitales bajas está en alteración de la microbiota. La bacteria culpable de esta afección, E.coli, se encuentra naturalmente en nuestro tracto digestivo, a nivel del colon donde puede viajar desde la zona perianal hasta la uretra. Es la responsable de más del 60% de las infecciones urinarias y cuando hay una hiperpoblación puede resultar en una mayor predisposición a sufrir infecciones si las defensas vaginales no son óptimas.
Estas defensas reciben el nombre de Lactobacilos y producen dos sustancias que se encargan de proteger a la zona íntima: el ácido láctico, que acidifica la vagina y el peróxido de hidrógeno, que actúa como defensa.
¿POR QUÉ TENGO CISTITIS?
Esta patología es muy común durante la época estival, y según nos explica el Doctor Joan Matas, el sudor o humedad son dos de los factores que favorecen las infecciones urinarias. No obstante, existen otros factores que propician su aparición como los hábitos de higiene íntima, la deshidratación, más frecuente en verano por las altas temperaturas, o las relaciones sexuales muy frecuentes.
Joan detalla cómo se produce la cistitis: “La infección se produce cuando estas bacterias entran en contacto con la vejiga a través de la uretra. Normalmente, nuestro organismo se deshace de ellas en el aparato urinario mediante la orina, sin embargo, en algunas ocasiones, las bacterias quedan adheridas a la pared de la uretra o a la vejiga y comienzan a multiplicarse”.
Es mucho más frecuente observar a mujeres con esta infección que a hombres, Matas nos revela que la proporción es de 14 infecciones en mujeres por una en hombres. Y la razón de esta frecuencia es por la longitud y proximidad de la uretra con el ano, en mujeres está anatómicamente más cerca y por eso su propagación es más común.
Es una alteración de la propia microbiota, no se transmite de una persona a otra
Ante el sexo, Joan advierte que “la práctica de relaciones sexuales de forma frecuente o bien con diferentes parejas sexuales en un corto periodo de tiempo aumenta el riesgo de sufrir infecciones”. Es conveniente vaciar la vejiga después de las relaciones sexuales y utilizar métodos anticonceptivos alternativos a los contraceptivos de barrera. Puesto que las relaciones pueden suponer un “empuje de bacterias”, especialmente en las primeras relaciones o después de mantenerlas tras un largo períodos sin practicarlas.
Pese a todo, recalca que no se trata de una infección contagiosa puesto que su origen está en nuestra propia microbiota.
¿HAY CURA PARA LA CISTITIS CRÓNICA?
Le preguntamos al ginecólogo por la cura para poner fin a la cistitis crónica. Y comenta que ante las infecciones urinarias de repetición convienen actuar a nivel del tubo digestivo con el objetivo de disminuir la población E.coli. Por eso, cuidar de la microbiota del intestino y equilibrar las bacterias patógenas con las de defensa es una de las claves para prevenirlas.
El Dr. Matas subraya que conviene evitar los azúcares y carbohidratos refinados. Y destaca algunos alimentos, como el arándano rojo, que es muy beneficioso, especialmente en verano, de cara a controlar los episodios recurrentes. Una recomendación que Joan insiste en llevar a cabo durante un mes.
Por otro lado, otros consejos en cuanto a los hábitos diarios Joan incluyen: “beber suficiente agua, tener una buena higiene íntima con jabones íntimos que respeten en pH de la zona, prescindir de la ropa demasiado ajustada, no dejarse puesto el bañador húmedo durante mucho tiempo o reducir el consumo de azúcares y carbohidratos refinados”. De la misma manera, recuerda la importancia de “orinar con frecuencia y en cuanto se sienta necesidad”.