Un reciente estudio publicado en la revista Sexually Transmitted Infections del Grupo BMJ, ha señalado un preocupante aumento en la prevalencia de candidiasis vaginal resistente al tratamiento, vinculado a un cambio en las prácticas clínicas. Según los investigadores, la recomendación de tratar esta enfermedad fúngica de manera empírica podría estar impulsando el uso excesivo de antifúngicos y contribuyendo al desarrollo de resistencias.
La candidiasis vaginal, causada principalmente por hongos del género Candida, afecta a tres de cada cuatro mujeres en edad reproductiva. De estas, aproximadamente el 10% experimenta episodios recurrentes, definidos como al menos cuatro infecciones en un período de 12 meses. Si bien Candida albicans sigue siendo la especie más común, el estudio mostró un incremento significativo en la prevalencia de especies no albicans, como Nakaseomyces glabrata, que tienen una menor sensibilidad a los tratamientos antifúngicos habituales, como el fluconazol.
La candidiasis vaginal, causada principalmente por hongos del género Candida, afecta a tres de cada cuatro mujeres en edad reproductiva
Los datos provienen del análisis de 5.461 muestras vaginales tomadas entre 2018 y 2021 en Leeds, Inglaterra. Los resultados revelaron que la prevalencia de infecciones causadas por especies diferentes a C. albicans aumentó del 6% en 2018-2019 al 12,5% en 2020-2021. Además, se observó que la resistencia al fluconazol creció significativamente en el mismo periodo, pasando de menos del 1% en 2018-2019 al 3% en 2020-2021, un incremento de más de cuatro veces en tres años.
Desde 2013, las directrices del ReinoUnido han alentado a los médicos de AtenciónPrimaria a diagnosticar la candidiasis vaginal basándose en signos y síntomas, sin necesidad de pruebas confirmatorias, con el fin de reducir la carga de trabajo de laboratorio. Sin embargo, esta política podría estar contribuyendo al sobrediagnóstico y al uso inadecuado de antifúngicos, según destacan los investigadores.
“El tratamiento empírico con azoles está llevando a un uso excesivo de estos medicamentos, lo que podría explicar el aumento de la resistencia al fluconazol”, señala el estudio. Esta tendencia es preocupante, ya que las opciones terapéuticas son limitadas. Las infecciones causadas por especies resistentes, tanto C. albicans como noalbicans, requieren múltiples ciclos de tratamiento y, en algunos casos, los hongos presentan resistencia no solo al fluconazol, sino también a otros antifúngicos como el itraconazol y el voriconazol.
Los autores del estudio instan a una revisión urgente de las políticas actuales que favorecen el tratamiento empírico en Atención Primaria. Recomiendan volver a priorizar las pruebas de laboratorio para garantizar diagnósticos precisos y minimizar el uso innecesario de antifúngicos.
“La resistencia al fluconazol y el aumento de especies menos susceptibles son un motivo de preocupación clínica significativa”
“La resistencia al fluconazol y el aumento de especies menos susceptibles son un motivo de preocupación clínica significativa”, concluyen los investigadores. “Es fundamental reconsiderar la práctica de tratar basándose únicamente en síntomas y signos no específicos, ya que esta estrategia está contribuyendo al desarrollo de resistencia en las especies de Candida”.
Este estudio subraya la importancia de abordar de manera inmediata las políticas de diagnóstico y tratamiento para evitar que la resistencia antifúngica se convierta en un problema aún más grave, limitando las opciones terapéuticas disponibles para las pacientes.