Todo sobre las braguitas y bikinis menstruales para la regla en verano, con la ginecóloga Jiménez

La Dra. Radharani Jiménez explica para Estetic cuál es la evidencia científica sobre estas opciones y presenta las ventajas de la copa menstrual para la gestión de la regla

La ginecóloga Radharani Jiménez habla en Estetic sobre las braguitas, bikinis menstruales y otros productos de higiene menstrual para la gestión de la regla en verano (Foto. Fotomontaje Estetic)
La ginecóloga Radharani Jiménez habla en Estetic sobre las braguitas, bikinis menstruales y otros productos de higiene menstrual para la gestión de la regla en verano (Foto. Fotomontaje Estetic)
Verónica Serrano
17 agosto 2024 | 10:00 h
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Durante los meses de verano, combatir el calor es mucho más llevadero con los baños en la playa, el río o las piscinas. Sin embargo, algunas de nosotras podemos tener la mala suerte de que nos baje la regla en nuestros días de descanso. Es cierto que cada vez existen más opciones de higiene menstrual para hacer más confortable nuestra experiencia, pero ¿son todas ellas seguras? Para salir de dudas, hemos entrevistado a la Dra. Radharani Jiménez(@doctorajimenez), popular ginecóloga en redes sociales y autora de ‘El gran libro de la salud integral femenina’

" El gran libro de la salud integral femenina" de la Dra. Radharani Jiménez (Foto. Penguin Random House)

Las braguitas y los bikinis menstruales son una opción novedosa, pero cada vez más empleada para gestionar el flujo menstrual en las vacaciones. Sin embargo, la experta en salud femenina nos cuenta que “no disponemos de estudios clínicos ni suficientes datos que avalen su recomendación durante el baño en playas y piscinas públicas”. Además, estos productos están elaborados por distintas marcas y fabricantes, así como con materiales “que pueden tener distinta capacidad de absorción”.

Por todo ello, la ginecóloga indica que “de momento no contamos con datos para afirmar que retengan el flujo menstrual sin dejarlo salir al exterior, como para poder avalar su uso”. Y añade que, en su experiencia como ginecóloga, “su uso suele reservarse para dormir o para días de poco flujo menstrual, como al comienzo o al final del ciclo”. No obstante, la experta se muestra abierta a recibir más información "que vaya en beneficio de las mujeres”.

"No disponemos de estudios clínicos ni suficientes datos que avalen la recomendación de braguitas y bikinis menstruales durante el baño en playas y piscinas"

Como alternativa, existen otras opciones para gestionar la regla durante el período estival y los días de agua: los tampones y la copa menstrual. La clave está en que sea la mujer “quien elija en base a sus preferencias personales”. En el caso de las copas menstruales, estas destacan por su comodidad y por su capacidad para ser reutilizadas sin generar residuos. Se trata de “un dispositivo generalmente fabricado con silicona de grado médico” que ya hemos presentado previamente en Estetic.

La copa menstrual ya cuenta con “varios años de seguimiento y experiencia”, demostrando ser “un método seguro si se respetan la adecuada higiene antes de cada uso, la talla adecuada y el tiempo que permanece dentro de la vagina”. La recomendación de la Dra. Jiménez pasa por hacer una buena colocación de la misma, que quede en contacto con el cuello uterino y que cubra el orificio por donde sale el flujo menstrual. Con el ‘efecto vacío’ “no se escapa el flujo menstrual, no nos manchamos y nos sentimos cómodas”.

Aunque al principio pueda parecer difícil de colocar, la experta indica que sólo “necesitamos familiarizarnos con su colocación, sobre todo las primeras veces y en chicas muy jóvenes”. Pero, una vez que hemos aprendido a colocarla y a retirarla fácilmente, “suele resultar un método muy cómodo”. Respecto al tiempo de uso, “la mayoría de os fabricantes respaldan su uso hasta por 12 horas”, sin embargo, es algo que hay que ajustar a nuestra situación personal, pues “habrá mujeres con reglas más abundantes que necesiten vaciarla un poco antes”.

“Necesitamos familiarizarnos con la colocación de las copas menstruales, sobre todo las primeras veces y en chicas muy jóvenes”

“Como normal general y, para ponerlo sencillo, cambiar la copa menstrual cada 8 a 10 horas puede ser un lapso prudente en caso de reglas normales, ya que nos evitaría cambiarla en un baño público en caso de no disponer de las comodidades ni la intimidad necesarias”, comenta la doctora. “Si lo adaptamos al tiempo que solemos pasar en playas y piscinas, no sería necesario vaciarla y lavarla después de la inmersión, sino cuando nos corresponda”, añade.

Además, estos dispositivos son reutilizables, algo que va en línea con la conciencia social cada vez mayor sobre el impacto y la huella medioambiental. En este sentido, si una mujer considera la copa como una opción viable, “esta es una ventaja adicional”, pues utiliza materiales sostenibles y reduce la cantidad de residuos. “Siempre digo que lo que es bueno para el planeta es bueno para nuestra salud integral. Somos un todo y necesitamos de un planeta sano”, expone la experta.

En cualquier caso, Radharani Jiménez recuerda que “cada mujer es única y tenemos el privilegio de disponer de varias opciones seguras y cómodas para gestionar la regla”. Por ello, recomienda priorizar nuestra comodidad, seguridad y el disfrute pleno durante todas las actividades que nos gustan, para “poder tener una vida normal incluso durante la menstruación”. Así que, como habrás podido deducir, “ningún método es superior a otro”, por lo que la experta aconseja que “elijamos la opción que mejor se adapte a nuestro estilo de vida y circunstancias”.

“Cada mujer es única y tenemos el privilegio de disponer de varias opciones seguras y cómodas para gestionar la regla”

La doctora concluye la entrevista animando a las mujeres a probar la copa menstrual: “Como ginecóloga experta en salud hormonal, la experiencia de cientos de pacientes que se han animado a utilizar la copa menstrual ha sido un antes y un después. La mayoría refieren olvidarse de que tienen la regla y les permite vivir esos días con comodidad. Muchas de ellas tenían miedo, asco o reticencia a intentarlo porque arrastraban creencias y tabúes en cuanto al flujo menstrual”.

“Me confesaban que no querían ver la sangre ni tocarla o molestias durante la colocación, así como miedo a usarla de manera incorrecta”, prosigue. “Todo esto me confirma que necesitamos seguir divulgando sobre salud femenina a las chicas desde muy jóvenes, hablar de la regla como algo natural, sin mitos e informar a los padres para que tengan estas conversaciones con sus hijas e hijos desde muy temprano. En mi experiencia personal, la copa menstrual ha sido un punto de inflexión. Soy corredora y, gracias a este método, he podido terminar rodajes largos e incluso un maratón. Es una gran opción para muchas mujeres”, concluye la Dra. Jiménez.

Los contenidos de ConSalud están elaborados por periodistas especializados en salud y avalados por un comité de expertos de primer nivel. No obstante, recomendamos al lector que cualquier duda relacionada con la salud sea consultada con un profesional del ámbito sanitario.
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