El sexo suele vincularse a momentos de placer y disfrute, pero no siempre despierta tanto deseo como pueda parecer. O, al menos, no en todas las personas. Las fobias sexuales existen, afectan por igual a hombres y a mujeres y pueden aparecer en cualquier momento y a cualquier edad. Se trata de trastornos de ansiedad que anticipan situaciones y objetos concretos relacionados con estímulos que tienen que ver con eventos traumáticos y una educación sexual hostil o basada en el miedo.
Afortunadamente, cada vez hay menos estigmatización para hablar de sexualidad y son más personas las que se animan a acudir a terapia con un profesional de la Sexología para tratar de ponerles solución. Las fobias sexuales impiden a quienes las padecen disfrutar de su vida sexual al desarrollar conductas de evitación, manifestar temor y ansiedad e incluso llegar a renunciar a la masturbación. Por ello, es importante conocerlas y detectarlas cuanto antes, así que hoy te presentamos las 10 fobias sexuales más comunes:
- Vaginismo: se caracteriza por la contracción involuntaria de los músculos del suelo pélvico, lo que dificulta o imposibilita la penetración vaginal. Este reflejo condicionado suele estar asociado con el miedo o la ansiedad relacionados con el coito, lo que puede causar dolor durante las relaciones sexuales. En ocasiones, sentir dolor durante las relaciones sexuales por determinadas causas también es motivo de vaginismo.
- Erotofofia: aparece cuando existe un miedo irracional y extremo hacia el sexo o la sexualidad en general. Las personas que sufren de erotofobia pueden experimentar ansiedad intensa, malestar o aversión ante situaciones eróticas o sexuales, un hecho que puede conducirles a evitar el contacto físico íntimo, rechazar propuestas sexuales o evitar la exploración de su propia sexualidad. Como consecuencia, también puede provocar la renuncia a muchas interacciones sociales.
La terapia con el sexólogo es la mejor herramienta para tratar las fobias sexuales
- Gimnofobia: este trastorno provoca aversión a la desnudez, tanto propia como ajena. La gimnofobia genera ansiedad y malestar en aquellas situaciones en las que se requiera estar desnudo, como ducharse en el gimnasio, compartir vestuario o incluso en contextos íntimos como el sexo. Por ello, las personas que la sufren suelen evitar las relaciones sexuales y el autoplacer.
- Venustrafobia: se trata de una fobia que genera miedo o incomodidad ante las personas consideradas hermosas o atractivas. Como resultado, quienes la sufren pueden experimentar ansiedad intensa o malestar en presencia de individuos que consideran guapos, evitando así encuentros sociales o románticos con personas que consideren atractivas. La venustrafobia interfiere significativamente en las relaciones personales, causando dificultades para establecer y mantener vínculos emocionales y amorosos.
- Falofobia: es el miedo patológico y excesivo al pene, erectos o no, lo que puede manifestarse con la evitación de las relaciones sexuales, ansiedad en encuentros íntimos o dificultad para mantener relaciones íntimas.
- Colpofobia: se puede considerar el caso opuesto a la falofobia, ya que se trata de la aversión y el miedo hacia los genitales de la mujer. Ambos escenarios pueden aparecer en ambos sexos y no implican necesariamente una falta de atracción sexual hacia la pareja, sino más bien un miedo o rechazo a la vagina.
Las fobias sexuales provocan conductas de evitación y problemas de interacción social o con la pareja amorosa o sexual
- Medomalcufobia: mantener una erección durante el sexo es clave para disfrutar del encuentro sexual, sin embargo, hay quienes presentan un miedo irracional a perder la erección hasta el final del coito. En algunos pacientes, este trastorno podría asociarse en algunos pacientes a la aparición de otros, como la disfunción eréctil.
- Androfobia: consiste en el rechazo y pavor hacia los hombres o a todo lo que tenga que ver con lo masculino. Esta fobia hace que se desarrollen conductas de evitación para con los varones, ocasionando problemas sociales y emocionales.
- Espermatofobia: es, ni más ni menos, que el miedo al semen y al contacto con él. Tanto hombres como mujeres podrían desarrollar esta fobia, puesto que muchos hombres se sienten incómodos con su propio líquido seminal.
- Coitofobia: se da cuando una persona desarrolla ansiedad o miedo a la penetración. También se la conoce como genofobia y resulta en una aversión al acto sexual. Quienes tienen coitofobia pueden establecer relaciones en pareja y disfrutar de los gestos amorosos, pero sienten aversión y rechazo hacia las relaciones sexuales.