La dieta baja en carbohidratos siempre ha sido un tema de mucha controversia porque es una forma rápida de perder peso.
Estas dietas restringen la cantidad de calorías que una persona obtiene limitando sus fuentes de alimentos con carbohidratos. Además, tienden a ser más altas en proteínas y grasas para compensar. Y es que, los carbohidratos son la principal fuente de energía del cuerpo y si se reduce este suministro, el cuerpo quema sus reservas de proteínas y grasas como combustible.
Pero, ¿cuántos carbohidratos y calorías debería comer la gente para perder peso? Pues depende de la altura, el peso y nivel de actividad que tenga cada uno.
De este modo, investigaciones recientes respaldan la idea de que la nutrición de alta calidad no solo implica controlar las calorías que provienen de los carbohidratos. Las personas que hacen dieta deben prestar atención a la cantidad de calorías que se ingieren de todas las fuentes de alimentos, incluidos los carbohidratos, las proteínas y las grasas, y encontrar un equilibrio saludable.
Los carbohidratos son la principal fuente de energía del cuerpo y si se reduce este suministro, el cuerpo quema sus reservas de proteínas y grasas como combustible
Existen dos tipos de carbohidratos: los carbohidratos buenos y los carbohidratos malos. Al tratar de seguir una dieta saludable, y especialmente cuando se trata de perder peso, la ingesta de carbohidratos debe centrarse en los buenos sobre los malos.
Los carbohidratos buenos son complejos, lo que significa que son ricos en fibra y nutrientes, y tardan más en descomponerse. Como tardan más tiempo en descomponerse, no hacen que los niveles de azúcar en la sangre aumenten o suban demasiado.
Algunos ejemplos de buenos carbohidratos son: fruta (incluida la piel de esta), vegetales con alto contenido de fibra, como las batatas, y frijoles y legumbres con alto contenido de fibra.
En cuanto a los carbohidratos malos, se degradan fácilmente y hacen que los niveles de azúcar en la sangre aumenten rápidamente. Entre ellos destacan: azúcar blanco, pan, pasta, harina, bebidas azucaradas, jugos, pasteles, dulce, galletas y otros alimentos procesados.