Quedan escasos días para Navidad, una época de reencuentros, vacaciones, quedadas con amigos... Pero sobre todo, una época de comer mucho.
Y es que, seamos sinceros, casi nadie es capaz de resistirse a los mantecados, turrones, mazapanes, platos llenos hasta arriba, brindis continuos y demás excesos gastronómicos... ¿Las consecuencias? Un aumento de peso de entre 2 y 4 kilos por persona.
Para que esto no suceda y poder disfrutar de las fiestas de forma equilibrada, debemos tener en cuenta algunas cosas.
Para empezar, hay que seguir un estilo de vida activo y no dejar de hacer deporte, algo fundamental para mantener nuestro peso. Y es que, que sean fiestas no es una excusa para quedarse sentado en el sofá.
Hay que comer despacio y masticar bien todos los alimentos para que la digestión sea más fácil
También debemos moderar el consumo de dulces y no atiborrarnos, ya que estos tienen un gran contenido en grasas y azúcares y un montón de kilocalorías. Por ejemplo, los turrones aportan de media 500 kcal por 100 g; un polvorón de tamaño normal puede rondar las 190 kcal; y el Roscón de Reyes se acerca a las 540 kcal por 100 g.
Asimismo, hay que comer despacio y masticar bien todos los alimentos para que la digestión sea más fácil. Esto es fundamental para que el cerebro reciba la señal de que ya está satisfecho y, como consecuencia, comamos menos.
Por otro lado, aunque en estas fechas el alcohol está presente en casi todas las mesas, es mejor optar por bebidas que nos aporten menos calorías, o si no es posible, moderar el consumo de bebidas con alcohol.
De igual forma, hay que decantarse por menús saludables para nuestras comidad de Navidad, ya sea en casa o en restaurantes. Para ello podemos optar por menús a base de verduras, carnes magras, pescados o mariscos.