Últimamente se habla mucho de los ayunos como una fórmula eficiente para reparar nuestro organismo. Está comprobado que no comer nada durante un período de horas determinado en el día es positivo, tanto que ayuda a obtener una “protección extra”, tal y como explica en el podcast de ConSaludAntonio Valenzuela, fisioterapeuta, máster en Psiconeuroinmunología Clínica y experto en terapia ortomolecular.
Ayunar es relativamente sencillo si aprovechamos el período de descanso nocturno. Para que sea efectivo, debemos pasar más de 12 horas sin probar bocado, aunque para aprovecharnos al máximo de sus resultados, Valenzuela propone alcanzar las 14 horas de ayuno, de tal manera que el cuerpo pueda transformar en energía los deshechos que quedan por el cuerpo una vez que ya ha consumido su alimento. Es el fenómeno que conocemos como autofagia. En las mitocondrias, los pequeños orgánulos encargados de transformar la energía y que se encuentran por miles en cada una de nuestras células, recibe el nombre de mitofagia.
¿Cómo haría un experto un ayuno nocturno de la manera correcta para no dañar al organismo ni a las mitocondrias? Aunque en su nuevo libro, ‘Activa tus mitocondrias’, Antonio Valenzuela aporta algunas claves, en ConSalud Podcasts hemos querido profundizar en ello.
"El té verde activa las mitocondrias y baja la inflamación del cuerpo"
Algo que siempre se nos ha dicho es que después de pasar tantas horas sin consumir un alimento, necesitamos comer fuerte y bien para reponer fuerzas. Sin embargo, el experto no está de acuerdo con este mito. En realidad, propone comenzar el día tomando una infusión: “Yo suelo recomendar un té verde, porque la evidencia nos dice que es muy amigo de las mitocondrias, las activa y baja la inflamación del cuerpo. Si le podemos poner un poquito de limón hacer para hacer una limpieza de todo el aparato digestivo, fenomenal”.
Te preguntarás, entonces, cuándo es apropiado volver a consumir alimentos. Según Valenzuela, debemos esperar otras cuatro horas para poder comer un poco más fuerte y, en este punto, cada uno debe valorar su ritmo de alimentación. Es por ello que algunas personas necesitarán comer más abundante al principio del día o al final, dependiendo de su organismo. No obstante, los estudios demuestran que “las personas que son capaces de concentrar su conducta de alimentación en esas primeras horas del día, su metabolismo funciona mejor”.
¿CUÁNTAS COMIDAS HACER AL DÍA?
Si desplazamos tanto la primera ingesta de alimentos, puede que también te estés preguntando cuántas comidas es conveniente realizar al día. Pues bien, en las 10 horas restantes, deberíamos distribuir tres comidas fuertes: un desayuno, una comida y una cena. Siempre se nos ha dicho que debemos realizar cinco comidas diarias, pero el experto explica que “cuando nosotros tenemos un flujo constante de glucosa y de grasa en sangre, nuestras mitocondrias se confunden”.
“Los frutos secos no elevan la glucosa en sangre y dan una energía mantenida”
Es lo que la ciencia conoce como ‘confusión mitocondrial’ y hace referencia a que, cuando una persona come tantas veces al día, su cuerpo no tenga tiempo de que “la glucosa y la grasa se aclaren en sangre”. Esto genera “mucho combustible en el cuerpo, pero poca energía porque no se puede convertir” y es muy similar, según Valenzuela, a lo que ocurre con los pacientes que tienen el síndrome metabólico, con el que tienen la glucosa elevada las 24 horas del día. Por lo tanto, practicar tres comidas diarias reduce esa cantidad de glucosa y conecta con nuestra biología, con nuestros “genes de cazadores recolectores”.
¿QUÉ DESAYUNAR DESPUÉS DEL AYUNO?
Como podrás deducir, la comida que mejor le va a sentar a las mitocondrias es la más saludable y, por esta misma razón, el experto en terapia ortomolecular apuesta más por el salado que por el dulce, ya que garantiza la proteína y la grasa de calidad. Algunas ideas que nos ofrece son, por ejemplo, unos huevos revueltos con un puñado de arándonos y nueces, más un café para desayunar.
PICAR ENTRE HORAS…
Picar entre horas está demonizado. Ya sólo por las afirmaciones anteriores, deducimos que no es conveniente aumentar los picos de glucosa en sangre comiendo a deshoras… Pero Antonio Valenzuela nos recuerda que “todo en esta vida está permitido”. Ahora, si queremos mimar a nuestras mitocondrias cuando notemos algún bajón, podemos optar por los frutos secos porque “no elevan la glucosa en sangre y dan una energía mantenida”. También podemos valorar los frutos rojos, como los arándanos, las frambuesas o las moras, en lugar de los snacks, que resultan poco saludables.
Esta entrevista está disponible en las plataformas Ivoox y SoundCloud.